Un Dia Una de mis hijas fue atropellada por una camioneta en frente de nuestra casa. El conductor de la camioneta la llevó de inmediato al hospital. Cuando, a través de un llamado del hospital, me enteré de lo que había sucedido, comencé a orar. Estuve consciente del hecho espiritual de que en el reino de Dios, el reino del Amor, no puede haber accidentes y que todo está bien. También me sentí agradecida por la preocupación que expresaron aquellos que sabían del accidente.
Al llegar al hospital, vi que mi hija estaba angustiada por el ambiente desconocido que la rodeaba, por el examen médico que trataban de hacerle y por las lesiones que tenía (presentaba serias heridas en el cuerpo y en la cabeza). En ese ínterin le había pedido ayuda a un practicista de la Ciencia Cristiana, quien amorosamente había aceptado orar por nosotras. Mi hija estaba convencida de que no era necesario un tratamiento médico, y los médicos y enfermeras, aunque insistieron, no la examinaron. Yo les aseguré que me haría cargo de que se recuperara por completo. Prometí a los médicos y al propietario de la camioneta que traería una prueba convincente de esto. Así, mi hija fue dada de alta.
La certeza de que todo estaba bien inundó mi pensamiento, y mi corazón se llenó de gratitud cuando vi a mi hija libre de temor, segura de que la vida no depende de la materia ni de medios mecánicos y humanos, sino de poder omnisciente, omnipresente y omniactivo de Dios. Sentimos que el amor de Dios nos envolvía.
Con la ayuda del practicista, cuyo apoyo por medio de la oración nos fortaleció, tuvimos la certeza de la identidad del hombre por ser la imagen espiritual de Dios. Tuvimos la certeza de que el Principio inmortal y Su idea divina permanecen por siempre intactos. Estudiamos este pasaje de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana: “Los accidentes son desconocidos para Dios, o Mente inmortal, y tenemos que abandonar la base mortal de la creencia y unirnos con la Mente única, a fin de cambiar la noción de la casualidad por el concepto correcto de la infalible dirección de Dios y así sacar a luz la armonía”.
“Bajo la divina Providencia no puede haber accidentes, puesto que no hay lugar para la imperfección en la perfección”.
Esa noche el dolor y las lesiones cedieron a la curación. Mi hija faltó un solo día a la escuela. Días después, la policía vino a verla para cerrar el caso. Ella estaba libre de toda evidencia de lesión alguna, y ellos estaban asombrados. Solicitaron un encefalograma, el cual les confirmó que ella se encontraba bien.
El cuidado de nuestro Padre-Madre Dios, nuestro Creador, constituye el gobierno absoluto del hombre y del universo. La Ciencia Cristiana es la Ciencia que destruye las leyes falsas de la materia, demostrando que Dios es Todo-en-todo y que nada fuera de la Verdad tiene presencia, realidad o poder.
No puedo expresar con palabras la sincera gratitud que siento por las innumerables bendiciones que ha recibido mi familia de las enseñanzas de la Ciencia Cristiana. Sólo puedo tratar de seguir al Maestro, Cristo Jesús, en la vida diaria, expresando amor por toda la humanidad.
Me siento muy agradecida por todo el bien recibido, por haber tomado instrucción en clase Primaria en Brasil y por ser miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial de la zona.
Santa María, RS, Brasil