Las Condiciones De la economía en general, un clima sano en los negocios, más dinero para las escuelas: éstos se han convertido en temas importantes. Aun así, para una persona que enfrenta necesidades todo el tiempo, no parece haber mucha esperanza. Los trabajadores desempleados que no pueden encontrar trabajo, los agricultores que están vendiendo sus productos por debajo del precio del costo de producción, los que solicitan trabajo sin tener el suficiente nivel de educación o de habilidades, pueden sentir que el futuro es sombrío.
Yo sé que me sentí frustrado cuando, siendo un padre joven, traté de ahorrar una pequeña cantidad de dinero para poder llevar a cabo un propósito importante. Estaba agradecido por el trabajo que tenía. Pero la acumulación de gastos y las luchas financieras de una familia joven siempre devoraron nuestro dinero. Tiempo después fui a ver a una practicista de la Ciencia Cristiana, alguien que dedica todo su tiempo a ayudar a otros a través de la oración. Ella me alentó a aprender más acerca de Dios, la verdadera fuente de todo el bien. Yo estudiaba la Biblia, junto con Ciencia y Salud. Al estudiar, comencé a vislumbrar con mayor claridad lo que expresa la Biblia: el amor y cuidado infinitos que Dios, el bien, otorga a Su imagen, el hombre. Me vino el pensamiento de que debía buscar un segundo trabajo. Aunque esto puede parecer tan solo una cuestión de sentido común, tengo la certeza de que fue el resultado de abrir más ampliamente mi pensamiento a la bondad de Dios y de estar dispuesto a seguir Su dirección, aunque esto significara un cambio de curso.
Encontré otro trabajo, y el ingreso adicional de este trabajo fue más que suficiente para responder a mis necesidades, y siguió haciéndolo. Cuando miro en retrospección, no puedo recordar ninguna carencia en los años que siguieron.
Aquí fue importante la disposición de cambiar, de seguir la dirección divina. La falta de disposición puede ser algunas veces la carencia más importante en los casos de escasez. El hecho de mantenerse en un punto de vista dogmático o permanecer en un trabajo que ya hemos superado o no tener la disposición de hacer un cambio de alguna manera, puede indicar una obstinación que obstruye nuestro progreso. Lo que se necesita es el deseo de seguir adelante con un sentido más elevado de dirección, no humana sino divina, no falible sino infalible.
Cuando era niño, comencé a aprender algo sobre Dios en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana. Aprendí que Dios es el bien y es Todo, que es Espíritu infinito y que está en todas partes. Entonces no hay espacio para ninguna cosa que sea desemejante a El, tal como la carencia. No tiene una base genuina; no es legítima porque no viene de Dios. Aprendí que la Biblia nos ayuda a ver que Dios creó al hombre a Su propia imagen, espiritual y perfecto, y que este hombre es nuestro verdadero ser, el suyo y el mío. Los Diez Mandamientos, el Padre Nuestro y las Bienaventuranzas también formaban parte de las enseñanzas de la Escuela Dominical, y nos enseñaban cómo las podíamos aplicar en nuestra vida. En resumen, aprendí a volverme a Dios y a confiar en El para satisfacer mis necesidades.
Todos podemos depender de El. Dios, el bien, no podría crear a Su imagen para que sufra carencia, y es sobre esta base espiritual e infalible que podemos comenzar a superar la carencia.
Dios es en verdad la fuente de todo lo que necesitamos. Y aunque tengamos que enfrentar ciertas circunstancias, permanece el hecho espiritual de que el hombre nunca puede ser empobrecido, porque Dios no empobrece. El hombre no puede tener carencia, porque Dios no puede tener carencia. El hombre es la expresión de Dios, y Dios lo mantiene, cuida y ama. El es responsable del hombre porque El lo hizo. Dios cuida de Su creación.
¿Cómo podemos probar estas verdades? Aprendiendo más sobre la verdadera naturaleza de Dios como Amor imparcial e infinito, como Espíritu infatigable. El estudio de la Biblia y de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy es una ayuda indispensable para este trabajo. Estos libros también brindan ayuda y guía en el tema de la oración. Por ejemplo, aprendemos mucho acerca de la oración en el Sermón del Monte de Cristo Jesús, y en el primer capítulo de Ciencia y Salud que se titula “La oración”. También es necesario tener la disposición de seguir la dirección de Dios. El libro de texto de la Ciencia Cristiana dice: “El estar dispuesto a llegar a ser como un niño y dejar lo viejo por lo nuevo, dispone al pensamiento para recibir la idea avanzada”.Ciencia y Salud, págs. 323–324.
La disposición de aprender a orar por nuestros problemas, la disposición de confiar en Dios, la disposición de seguir Su dirección, se obtienen a través de un creciente sentido y aceptación de lo que es Dios y de cual es nuestra relación con El. Esto se manifiesta cuando vemos que Dios es el que provee todo lo bueno, que El es nuestro Padre y Madre y que siempre cuida de nosotros, que El nunca nos puede llevar por mal camino.
Lo que se necesita es recurrir a Dios como un niño recurre a sus padres, confiar en Dios como un niño pequeño confía en sus padres, apoyarse en Dios tal como un niño pequeño se apoya en sus padres. Esto es lo que naturalmente sucede cuando obtenemos un mejor entendimiento de El. Podemos aprender a confiar en El, recurrir a El y apoyarnos en El.
Esta disposición de seguir la dirección divina puede ser lo más exigente que hayamos intentado, pero si somos pacientes y persistentes, las recompensas son grandes. En resumen, hemos encontrado el camino correcto, y ahora debemos andar por él.
Dios no nos guía por el mal camino ni nos pide más de lo que podemos hacer. A través de la oración comenzamos a aprender que la imagen de Dios no puede ser agobiada ni separada de Su cuidado. Vemos que la bondad de Dios, la presencia de Dios, está siempre con nosotros y que en esta presencia no podemos tener carencia.
Cristo Jesús nos ha dejado un extraordinario ejemplo. El poseía pocas cosas terrenales; no obstante, nunca le faltó nada. En una ocasión él pudo alimentar a más de cinco mil hombres con sólo unos cuantos panes y peces. Es un relato familiar, pero a su vez es una clara evidencia de que la provisión es realmente espiritual. Jesús dice: “No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.. . Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mateo 6:25, 32, 33.
¿Acaso esto no nos está indicando que al volvernos más a Dios, nuestras necesidades son satisfechas, que la fuente de toda abundancia no retiene nada de aquello que necesita Su amada creación, el hombre? ¿No podemos entonces recurrir más a Dios para satisfacer nuestras necesidades, confiando en El? Hoy podemos volvernos a Dios y comenzar a sentir que El cuida de nosotros.