La tradición dice que San Juan escribió el libro del Apocalipsis en una pequeña y oscura cueva en la Isla de Patmos, donde había estado exilado. Lo más notable del libro son las visiones apocalípticas del tipo de las que se encuentran en el Antiguo Testamento en el libro de Daniel, pero el autor también habla como profeta. Este magnífico libro visionario fue escrito en una época de crueles persecuciones, tal vez alrededor del año 96 de nuestra era, cuando el emperador Domiciano estaba encarcelando y ejecutando cristianos en todos sus dominios.
Juan le dice a sus lectores que su mensaje viene directamente de Jesús, y que los cristianos deben padecer persecuciones, y hasta el martirio, con mucha fe, sabiendo que Cristo pronto vendrá y los salvará. Promete que quienes se mantengan firmes en sus creencias serán testigos del triunfo final del bien sobre el mal. Y verán a la Nueva Jerusalén descender del cielo y transformar el mundo.
La revelación de Juan contiene siete visiones, cada una de las cuales consta de siete partes. La primera visión incluye siete cartas a las iglesias de Asia Menor. En todas estas cartas está este mensaje básico: Estas iglesias tienen que vivir mejor su fe, cualesquiera sean los desafíos a que se vean enfrentadas. Les dice a las iglesias que con seguridad pueden esperar notables bendiciones si se sobreponen a los problemas que se mencionan en las cartas.
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