La Fortuna se fue delante mío,
(Así lo creí por muchos años)
Regando regalos fuera de su cornucopia
Que mayormente cayeron lejos de mi camino.
La felicidad, pensé,
Es más para los demás.
Un día tocó mi corazón
— El llamado del Amor —
¡Mi “cuerno de la abundancia” estaba ahí mismo!
Desbordando de amor a Dios y al hombre.
(Ninguna Fortuna podría haber traído este gozo.)
Esas oraciones abnegadas
Trajeron mucha
Inspiración,
Curaciones,
Y la voz del Alma que habló
— No es un mito —
Esto es lo que realmente es derramado
en tu camino.