Si estás bajando por una escalera muy estrecha y empinada, ¿qué haces? Te aferras a la baranda. Si estás haciendo equilibrio sobre un árbol tumbado muy inestable, ¿qué haces? Te aferras a las ramas que hay a tu izquierda y a tu derecha. Si todavía no sabes andar en bicicleta, ¿qué necesitas? Un par de rueditas auxiliares que te ayuden a mantenerte derecho.
¿Y qué ocurre si tienes temor o te sientes solo? ¿Hay algo en lo que puedas confiar? En estos casos, una baranda, las ramas de un árbol o las rueditas auxiliares no prestan ningunas ayuda. Pero hay algo que siempre puede brindarte ayuda. ¿Sabes qué es? ¡La oración! Cuando oras, estás escuchando a Dios y aferrándote a los buenos pensamientos que vienen de El, y esos pensamientos te dan la ayuda que necesitas.
Quiero contarte lo que ocurrió cuando Anya se aferró a buenos pensamientos. Los domingos Anya concurre a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, donde aprende cosas acerca de Dios, el bien, y acerca de cómo orar. Todos los jueves Anya asiste a un instituto inglés donde aprende a leer y a escribir en inglés. El instituto queda bastante lejos, pero la mamá de un compañerito que también estudia inglés, lleva a ambos en su auto.
A Anya le gustan mucho las clases de inglés, pero un día se puso a llorar y no quería subir al auto. Sin embargo, fue a su clase sin decir por qué lloraba. Pero a la noche, su mamá le preguntó: —¿Por qué llorabas?
Anya le respondió: — Porque mientras estamos en el auto, Santiago no hace más que molestarme; me pellizca y me pega.
La mamá de Anya la abrazó. Luego le preguntó: —¿Qué pensamientos consideras que te ayudarían a resolver esto?
— No lo sé.
—¿Acaso Dios creó a Sus hijos malvados y desagradables?
— No.
— Muy bien. La Biblia dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó.. .” Gén. 1:27. La imagen de Dios puede ser únicamente buena y practicar solamente el bien, ¿no te parece?
— Sí.
— Y Santiago es realmente la imagen de Dios. El es bueno y ninguna otra cosa acerca de él es verdad. Por lo tanto, el verdadero Santiago que Dios creó es gentil, amistoso y alegre.
— Y la verdadera imagen tampoco pellizca!
— Así es. La Sra. Eddy dice en Ciencia y Salud que: “El hombre es idea, la imagen del Amor”.Ciencia y Salud, pág. 475.
El siguiente jueves, Anya sentía un poco de temor de ir en el auto con Santiago, pero su mamá le recordó que debía aferrarse con firmeza al pensamiento de que el hombre es realmente la idea amorosa de Dios, “la imagen del Amor”.
Esa noche, Anya le comentó a su mamá: — Santiago otra vez me molestó y me pellizcó, pero empecé a orar. Y continué orando, viendo a Santiago como el hijo de Dios, hasta que llegamos al instituto. Después, todas las cosas salieron perfectas. Nos divertimos muchísimo.
A partir de ese día, todas las veces que Anya y Santiago estuvieron juntos, se llevaron muy bien. Tan bien que el profesor de inglés comentó que formaban un excelente equipo en la clase. Se sentaban juntos y se ayudaban uno al otro. Incluso, el viaje parecía más corto, porque se divertían mucho estando juntos.
Tu también puedes orar y aferrarte a los buenos pensamientos que vienen de Dios, y esos pensamientos te brindarán ayuda.