Las Experiencias De los que dan testimonios en las publicaciones de las revistas de la Ciencia Cristiana, siempre han sido muy alentadoras para mí. Cuando conocí la Ciencia Cristiana no entendía la metafísica divina, pero las curaciones que leía las encontraba en un lenguaje muy preciso y comprensible. Me comunicaban el hecho de que el amor de Dios está al alcance de todos. Muchas personas alrededor del mundo necesitan ese conocimiento consolador. La Ciencia Cristiana ha transformado mi vida y me ha bendecido a través de un dedicado estudio.
Fui alguien lleno de temores y en extremo sensible. Por esto, sufría mucho de todas las adversidades del diario vivir y de muchos trastornos físicos. Cuando aprendí que el hombre procede de Dios, el Principio divino, y no de la materia, comencé a ganar fortaleza y seguridad.
Entre todos los males físicos que sufría, también tenía un rechazo muy grande por las serpientes. Se me había enseñado a ver a estas pequeñas criaturas como representantes del mal, y como venenosas y mortíferas. Les temía tanto que verlas en un cuadro o en el cine me producía mareos y vómitos. Muchas veces a causa de esa sensibilidad estaba enferma por varios días.
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