Usted Siempre Ha sido completo. Si usted es casado, no se volvió completo el día en que se casó, ni carece de una mitad masculina o femenina si permanece soltero. Usted es el hijo de Dios y, por lo tanto, incluye cualidades tanto masculinas como femeninas. Uno ya es completo y no es algo que se adquiere o que se puede perder.
La autoridad que respalda el hecho de que somos completos se encuentra en el Capítulo 1 del Génesis. Allí leemos que Dios creó al hombre a Su propia imagen, varón y hembra, y que les dio dominio. No dice que tuvo que transcurrir cierto período de tiempo hasta que el hombre pudo ser completo. Tampoco dice que haya habido un período en que el hombre se convierte en incompleto o frustrado. En la realidad absoluta, no existe un solo instante en que usted — o sea, el linaje espiritual de Dios — fuera más completo, más pleno, de lo que usted es ahora. En realidad, nunca hubo un momento en que usted haya sido más perfecto de lo que ya es en este preciso instante.
No ha habido nadie más seguro de que era completo que Cristo Jesús. Sus enseñanzas manifiestan su comprensión de su unicidad con el Padre, y constituyen la base de su obra sanadora. Su declaración "Yo y el Padre uno somos", Juan 10:30. describe una unidad que no necesita de otro ser para sentirse completa y realizada y para lograr satisfacción. Aprendemos de las enseñanzas de Jesús, que así como el Padre-Madre es completo, el hombre, como reflejo, también lo es. A medida que nos acercamos más a Dios y obtenemos una comprensión más profunda de nuestra unidad con El, con el Amor divino, es inevitable sentirse completo como Dios nos hizo.
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