"Tú Eres El Cristo, el Hijo del Dios viviente". Esta fue la respuesta de Pedro a la pregunta de Cristo Jesús: ".. . ¿quién decís que soy yo?" El reconocimiento, la aceptación y la identificación de Pedro del verdadero Mesías o Salvador, hizo que Jesús anunciara la edificación de su iglesia sobre una base espiritual, sobre la roca eterna, el Cristo, la verdadera idea espiritual de Dios. El Maestro declaró: "Sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". Véase Mateo 16:13–18.
El himno N.° 176 del Himnario de la Ciencia Cristiana afirma que la Iglesia de Dios "sobre la Roca firme se fundó" y que cada uno de nosotros somos "piedras vivientes.. . cada una en su lugar". Según versión en inglés. Pero, ¿cuál es nuestro lugar en la iglesia? ¿Podemos comprender cuál es ese lugar sin antes comprender qué es realmente la Iglesia? En el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, Mary Baker Eddy ha dado a la humanidad una doble descripción de Iglesia, su significado científico y absoluto y una declaración que define la manifestación práctica de esta idea espiritual en la experiencia humana. Su explicación comienza así: "IGLESIA. La estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa en el Principio divino y procede de él".Ciencia y Salud, pág. 583.
Una estructura que descansa en el Principio divino, ¿no es acaso, una estructura que depende de la ley divina para su estabilidad? Y tal vez podríamos decir que "todo lo que.. . procede del Principio divino" no sólo descansa, sino que se mueve, avanza. La palabra proceder proviene del latín: pro-, que significa "hacia adelante", y cedere, que significa "ir". Por lo tanto, una idea espiritual que procede, es inevitablemente una idea espiritual que se desarrolla, y cuya misión — cuya continuidad y perpetuidad — podemos discernir y atesorar a través de la habilidad que Dios nos otorgó.
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