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"Energía disponible"

Del número de noviembre de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Ocurrió Una Mañana en la habitación del hotel. La luz roja de descarga de mi afeitadora eléctrica desfallecía cada vez más y muy pronto paró del todo pues se habían acabado las pilas.

No me importó. Conecté el cable que traía y me terminé de afeitar con electricidad. Hacia el mediodía la máquina se había cargado totalmente y la luz verde del control indicaba: "Energía disponible".

A veces oímos que un amigo o colega dice que se siente agotado, cansado, que se le acabaron las pilas.

Las sugestiones de sentirse cansado, lerdo, agotado y preocupado porque no se puede ser más productivo, pueden venir al pensamiento de manera muy convincente. Tal vez hasta uno crea que no tiene la fuerza para resistir estas sugestiones.

Frecuentemente vemos el vigor y la vitalidad como derivados de una voluntad humana fuerte que tiene que cumplir un propósito. Si esto fuera así, podrían en realidad perderse rápidamente, ya que las capacidades del mortal no tienen permanencia y no son confiables.

Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundador de la Ciencia Cristiana, a través de su vida y de su trabajo le dio al mundo ejemplo de como la humildad y la obediencia al Amor divino le permitieron tener una creatividad incansable y un amplio radio de actividad. Esta viveza y frescura más de una vez produjeron una gran impresión en aquellos visitantes que la conocieron. En Pulpit and Press está el relato de un visitante que dice: "La noche que conocí a la Sra. Eddy, gracias a su cortés invitación, fui a verla particularmente cansado. Salí de allí en un estado de regocijo y energía que me hizo sentir que podría caminar cualquier distancia. Desde entonces he visitado a la Sra. Eddy varias veces, y siempre he tenido la misma experiencia".Pulpit and Press, pág. 36. Este efecto es posible solamente mediante la influencia sostenedora de la Mente infinita, Dios.

Por supuesto que estar activo solo por el hecho de hacer algo, no es la voluntad de Dios. El apurarse como loco, que muchas veces termina en un callejón sin salida, no tiene nada que ver con el impulso de la Mente divina. A través de la expresión inteligente de la Mente podemos hacer lo correcto en el momento correcto, y la energía que manifestamos tendrá un efecto lleno de armonía y tranquilidad.

Cuando la gratitud por el poder de Dios caracteriza nuestros actos, nadie necesita quemar un fusible, y podemos evitar "cortos circuitos" en nuestras relaciones con los demás. La voluntad humana que se refleja en crueldad, ambición ciega, y dureza de corazón, no conduce al éxito duradero. Aquello que algunas veces se llama fortaleza se derrumba cuando el egocentrismo o la envidia están en medio. Las acciones que se basan en móviles erróneos no benefician a nadie.

En varias partes de sus escritos la Sra. Eddy utiliza el término energía divina refiriéndose a la verdadera fuente de poder: Dios, el Espíritu. La eterna energía del bien nos despierta, anima, y nos mantiene activos.

Como Dios y el hombre, la Mente divina siempre-activa y Su expresión, coexisten en unidad y armonía indestructibles, no hay razón para preocuparse de que el gozo disminuirá por hacer un trabajo productivo. El bien — eterno, expresándose permanentemente — no cambia ni en cantidad, ni en calidad. Dios, nuestro Padre, no cambia, y como somos Sus ideas espirituales, debemos expresar la invariable vitalidad y la alegría de la naturaleza divina.

Cristo Jesús demostró a través de su obra que podemos confiar en Dios y subordinar nuestra vida a Su voluntad. De hecho, "Hágase tu voluntad" es la respuesta científicamente correcta a la sugestión mortal "No tengo energía". La única manera exitosa de permanecer activo es escuchar el mandato de Dios y glorificar al Amor divino en nuestra vida diaria.

El descubrir que la lozanía y la libertad de acción provienen de Dios nos libera y vivifica. Cuando aumenta la confianza en la presencia inmediata de Dios se abren nuevas posibilidades de ganar una mejor comprensión de cuál es Su voluntad y de llevarla a cabo. De esta manera afirmamos Su poder sostenedor que da vida.

También es muy importante comprender que no hay elemento de tiempo limitado en el universo de Dios. Por lo tanto, la cantidad de tiempo durante la cual alguien haya creído en una sugestión de cansancio, enfermedad, pecado u otra dificultad, no es el punto fundamental; y la pregunta de cuándo podrá uno otra vez estar activo se vuelve superflua. Hacer la voluntad de Dios brinda energía que se manifiesta constantemente y de manera única.

Inmediatamente podemos identificarnos como la expresión activa del Amor divino. Entonces ya no estamos viéndonos a nosotros mismos desde un punto de vista mortal y limitado, sino que manifestamos la humilde disposición de servir a Dios. Esta disposición espiritual existe independiente de toda posible condición externa. De hecho, es un estado natural consciente que nos inspira, acelera nuestros pasos y nos lleva a desarrollar más actividad.

En su obra fundamental sobre la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, la Sra. Eddy escribe: "Sintamos la energía divina del Espíritu, que nos lleva en vida nueva y no reconoce ningún poder mortal o material capaz de destruir cosa alguna".Ciencia y Salud, pág. 249. Esta renovación de vida trae promesas de cambio y bendiciones. No tiene ninguna importancia aquello que pensábamos que no podíamos hacer. Lo importante es que abierta y valerosamente reconozcamos las posibilidades que tenemos actualmente de demostrar una vida renovada.

En la Biblia encontramos ejemplos convincentes de la función que cumple la energía divina en la vida de las personas y de los pueblos. En un Salmo el autor habla de Dios de la siguiente manera: "Generación a generación celebrará tus obras, y anunciará tus poderosos hechos.. . La gloria de tu reino digan, y hablen de tu poder, para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, y la gloria de la magnificencia de su reino". Salmo 145:4, 11, 12, de la Goods News Bible alemana.

La manera de conseguir más actividad y energía no es la laboriosa búsqueda de algo extraño, es más bien la aceptación de lo que nosotros como ideas de Dios ya poseemos. El Cristo, la influencia divina en la consciencia humana, está presente en todo momento y en toda circunstancia que se conciba. El Cristo está constantemente activo, revelando nuestra verdadera naturaleza y la disponibilidad del poder de Dios. La Mente divina nos brinda toda la capacidad para actuar y toda la fortaleza que necesitamos.

El Apóstol Pablo escribió mucho a los Efesios a manera de consejos, y una de sus frases parece tener especial importancia en el tema que estamos tratando. El les recomendó: "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza". Efes. 6:10. El hombre nunca está separado de su fuente divina, la Verdad, la Vida y el Amor. Esta unidad es indestructible, digna de confianza, fortalecedora; y nuestra comprensión de la omnipotencia y omnipresencia de Dios nos hace fuertes.


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