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Novedades acerca de la Iglesia

De una bibliotecaria de una Sala de Lectura en Carolina del Norte, E.U.A.

Del número de abril de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


"Hace Unos Años, estaba trabajando en la Sala de Lectura cuando me enteré que el Centro de Servicio para las Salas de Lectura en Boston había solicitado a las Salas de Lectura que alentaran a los miembros a comprar un 'Paquete para compartir' que contenía seis ejemplares en rústica de Ciencia y Salud de la Sra. Eddy, con el fin de compartirlos cuando fuera necesario.

"Lo pensé y decidí que debía comprar este paquete de libros y orar para que fueran [bien] recibidos. En poco tiempo se presentaron oportunidades para distribuir todos los ejemplares. No sé si alguno de los que recibieron dichos paquetes, es un serio estudiante, pero todos dijeron algo así como: 'Tomé el libro, comencé a leerlo y me sentí mucho mejor'.

"Una de estas personas, había perdido a su hija quien se había suicidado, y ella estaba tratando de obtener un ejemplar de Ciencia y Salud en una zona donde no había ni iglesias ni Salas de Lectura [de la Ciencia Cristiana]. Ella le había dicho a una amiga mía, quien también quería un ejemplar del libro de texto, que había buscado ayuda de muchos grupos, había leído sobre distintas filosofías y religiones, pero sólo se había sentido en paz respecto a su hija mediante el estudio de la Ciencia Cristiana. La amiga me llamó para que yo le informara dónde podía encontrar el libro de texto. Inmediatamente le envié ejemplares de Ciencia y Salud.

"Otra de las personas había estado muy enferma de la garganta. Los médicos le habían prescrito numerosas drogas pero él no había mejorado y el dolor era muy fuerte. Le envié la edición en rústica de Ciencia y Salud, aunque no me lo había pedido. Me llamó para decirme que una noche mientras lo estaba leyendo, se dio cuenta de que el concepto que tenía sobre el problema y el dolor había desaparecido. Dijo que se sintió conmovido y que caminó por toda la casa dando gracias a Dios. También agregó que su vista mejoró a medida que leía el libro.

"Estas experiencias me hacen recordar que tengo que mantener mi pensamiento preparado para compartir. Y este año obsequiaré a la comunidad algunos juegos de las ediciones en rústica del libro de texto y de la Biblia. Quiero orar más a fondo sobre la eficacia y el largo alcance de la curación que son inherentes a la lectura del libro de texto".

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