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¿Qué es la comunión?

Del número de abril de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Anna, que estaba cursando el quinto año, un día regresó a su casa a almorzar del colegio, muy disgustada y llorando. Mientras comía, contó a su familia que su compañera Ruth había sido muy injusta con ella. Ruth había acusado a Anna de poner el pie cuando el hermano de Ruth pasaba corriendo; ella decía que por culpa de Anna su hermano se había caído. Anna trató de explicarle que no había sido su intención perjudicar a su hermano menor, de ninguna manera, pero Ruth no quiso escucharla. Es más, como ambas regresaban a sus casas en el mismo ómnibus, ¡todos habían escuchado su discusión!

La madre y la abuela de Anna la consolaron. Parecía un buen momento para recordar que todos somos creados por Dios a Su imagen y semejanza, y que cada uno refleja a Dios e incluye Sus cualidades, tal como amor, paciencia, ternura y bondad. Ser el reflejo de Dios significa no estar nunca separado de El.

Estas son algunas de las cosas que Anna estaba aprendiendo en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana en su pequeña ciudad en una isla de Brasil. Ella estaba descubriendo que las verdades espirituales podían ayudarla en cada situación de su vida: en la escuela, en la calle, en cualquier lugar que estuviera. Entonces se dio cuenta de que necesitaba poner en práctica lo que estaba aprendiendo, en lugar de pensar en Ruth como una niña con mal temperamento, capaz de herir a otros con sus palabras agresivas.

Anna decidió cambiar su actitud con respecto a su compañera y seguir el ejemplo de Cristo Jesús de amar a los demás. La Biblia explica que Jesús habló a la gente acerca del amor que Dios siente por todos y nos enseñó como podemos sentir ese amor nosotros mismos. El enseñó: "Bienaventurados los mansos.. . Bienaventurados los pacificadores.. . Bienaventurados los misericordiosos.. ." (véase Mateo 5:1—12). Anna realmente deseaba sentirse bendecida.

Al día siguiente, al llegar al colegio, Ruth le salió al encuentro. Anna le habló con cariño y ese fue el fin de aquella discusión.

El domingo siguiente la maestra de Anna explicó a la clase que en ese día, el segundo domingo de julio y el segundo domingo de enero, la Lección Bíblica que se lee en las iglesias de la Ciencia Cristiana es sobre el tema del "Sacramento". Estos servicios se llaman servicios de comunión. La maestra de Anna explicó a sus alumnos el significado de este servicio. La maestra habló acerca de cómo la Ciencia Cristiana nos ayuda a aprender a vivir en continua comunión con Dios. A medida que mantenemos nuestros pensamientos puros, siempre sentimos que somos uno con Dios y expresamos Su amor. Eso es tener comunión con Dios.

Anna dijo: "Ahora sé lo que significa realmente la comunión. Ahora entiendo que estoy siempre con Dios. Su amor nos mantiene a todos juntos, incluso a mi amiga Ruth, aunque ella no lo sepa. De modo que todos estamos en el amor de Dios".

Poco después de esta experiencia, Anna notó, con gran sorpresa y alegría, que varias verrugas que afeaban sus manos habían desaparecido. Al ver de qué manera el poder de Dios, el Amor divino, la había sanado, Anna estaba muy agradecida por su renovada comprensión de que siempre podemos estar en comunión con Dios.

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