El Brote De una enfermedad contagiosa puede tener un efecto similar al que ocurre cuando un controlador de vuelo de pronto observa algo inesperado y tal vez peligroso en su pantalla de radar. De inmediato se envían señales de alarma. Se notifica a las autoridades y se difunde rápidamente la información acerca del objeto que se ha identificado, y qué precauciones se deben tomar.
Podemos aprender mucho observando la calidad y las corrientes de pensamiento relacionadas con los informes sobre enfermedades contagiosas. Ya sea que se presenten en forma de comunicados oficiales, como noticia en los informativos, o en conversación entre amigos o familiares, esas corrientes a menudo se esparcen rápidamente y causan inquietud. Ciertamente nos muestran la necesidad que tenemos de vigilar lo que está influyendo nuestros pensamientos y nuestra conducta.
Para la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, la Sra. Eddy, el permanecer alerta a las corrientes de pensamiento era de enorme importancia. Fiel a las enseñanzas de Cristo Jesús, ella alentó a las personas a mantener una estrecha vigilancia sobre sus pensamientos, porque sabía que el pensamiento era capaz de influir correctamente o de engañar, de mejorar o empeorar a la humanidad. También comprendió muy bien la relación directa que existe entre nuestro estado mental y nuestro estado de salud. En un artículo denominado "El contagio" ella escribió: "Dejándonos llevar por la corriente popular del pensamiento mortal sin poner en duda la autenticidad de sus conclusiones, hacemos lo que otros hacen, creemos lo que otros creen, y decimos lo que otros dicen. El consentimiento común es contagioso, y hace contagiosa la enfermedad".Escritos Misceláneos, pág. 228.
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