El Año Pasado , al preparar caramelos para navidad, puse a hervir una mezcla de azúcar y manteca. Pensé que podía alterar la receta para hacerlos de chocolate, pero no tuve para nada en cuenta algunas de las leyes básicas de la física que me habían enseñado en la universidad; vertí una mezcla de chocolate y agua directamente sobre el azúcar hirviendo y provoqué una erupción dentro de la olla, como la de un volcán en miniatura.
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