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Aquiles descubre la verdad acerca de las mentiras

Del número de febrero de 1996 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


¿Qué puedes hacer si alguien está diciendo mentiras acerca de ti o de alguien que es importante para ti? Era sobre esto que Aquiles estaba pensando un día con sus amigos en el patio de juegos durante la hora del recreo. Cristóbal, uno de sus compañeros del equipo de fútbol, comenzó a decir cosas desagradables sobre el entrenador, que era el padre de Aquiles. Aquiles sabía que lo que su compañero estaba diciendo no era verdad, pero no sabía qué hacer. Ciertamente no deseaba que nadie creyera esas cosas sobre su papá.

Cuando Aquiles regresó al salón de clase, le contó a su maestro lo que Cristóbal estaba diciéndole a todo el mundo, y que lo que decía no era verdad. El maestro le sugirió que tratara de averiguar porqué Cristóbal estaba diciendo esas cosas desagradables. Aquiles intentó hablar con Cristóbal, pero cuanto más insistía peor era la reacción de Cristóbal.

Cuando Aquiles regresó a su casa, le contó a su mamá lo que había pasado ese día a la hora del recreo. La madre le preguntó si las cosas que el otro muchacho estaba diciendo sobre su papá eran verdaderas. A lo que él contestó inmediatamente: "¡No!"

— Entonces son mentiras — dijo la mamá—, y no tenemos porqué creerlas. Y luego preguntó: —¿En qué debemos creer?

—¡En la verdad, naturalmente! — respondió el muchacho.

Después hablaron que era importante ver a Cristóbal bueno, amoroso y que no decía mentiras. ¿Por qué? Porque estas cualidades expresaban su naturaleza real como hijo de Dios, el bien; por consiguiente todo lo que no fuera bueno era una mentira sobre su verdadera naturaleza. (En el primer capítulo del Génesis, se puede aprender más sobre la verdadera creación de Dios.)

Cuando nos disgustamos por una rudeza, le damos poder a esa impertinencia en lugar de dárselo a Dios, el bien. Aquiles recordó lo que había aprendido en su clase de la Escuela Dominical, que Dios es el único poder. Cristo Jesús nos mostró esto en todo lo que dijo e hizo.

En el Himnario de la Ciencia Cristiana hay un himno que nos dice que podemos — y debemos — darle poder únicamente a Dios. El primer versículo dice:

Todo el poder es del Señor,
En El confiar podemos;
Verdad sagrada es Su voz,
Al mal desafiaremos.
Vencer el mal podrás,
Con Dios no temerás;
Escudo es el Señor,
Muy grande es Su poder:
Su reino es eterno.Himnario, No. 10.

La mamá le explicó que si Dios, el bien, es el único poder, la verdad es que en realidad no hay otro poder que logre que alguien pueda creer en mentiras.

Entonces le dio a Aquiles una tarea. Le dijo que cada vez que le viniera un pensamiento desagradable diciendo que Cristóbal era rudo o decía mentiras, lo reemplazara con la verdad acerca de la bondad inherente del hombre, y con pensamientos amorosos. Era necesario que viera a Cristóbal y a cada quien como en realidad son: buenos, amorosos y que no dicen mentiras. Aquiles dijo que él reconocería lo que es verdadero acerca de todos los hijos de Dios.

Unos días más tarde, cuando estaban en la escuela, Cristóbal se acercó a Aquiles y le pidió perdón por haber dicho cosas desagradables sobre su padre. Le explicó que se había estado sintiendo un poco celoso porque su propio padre tenía que trabajar los sábados y no podía ayudar al equipo ni siquiera venir a verlo jugar; pero parecía que ahora iba a ser posible que el papá de Cristóbal pudiera ayudar en las prácticas durante la semana, por lo cual estaba muy feliz. Nunca volvió a decir cosas desagradables sobre el padre de Aquiles, quien regresó a su casa muy contento. Sabía que Dios lo había ayudado a ver más allá de las mentiras, a ver la verdad acerca de su amigo y el bien que Dios da a cada uno.

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