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Mente y Cuerpo

Del número de febrero de 1996 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En Estos Días se habla mucho de la salud corporal, sobre la base de la creencia de que el cuerpo es físico y finito. Muchos artículos de revistas conocidas y audiciones radiales tratan temas tales como medicación, higiene, dietética y psicoterapia. Estos artículos y audiciones radiales se basan principalmente en la creencia generalizada de que el llamado cuerpo físico es el hombre, o que por lo menos es su morada temporaria. Por lo tanto, es conveniente que nuestro pensamiento recurra a la verdad sobre el cuerpo, según lo revela la Ciencia Cristiana.

Mary Baker Eddy dice en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: "No hay vida, verdad, inteligencia ni sustancia en la materia. Todo es Mente infinita y su manifestación infinita, porque Dios es Todo-en-todo".Ciencia y Salud, pág. 468. Esta manifestación infinita de la Mente divina, la suma total de pensamientos espirituales, verdaderos y correctos,— la expresión universal, la imagen o idea de la Mente, Espíritu, el Alma — es el único cuerpo real. Y como lo declaró el Apóstol Pablo. "Un cuerpo, y un Espíritu". Efes. 4:4. De este modo podemos percibir que en realidad todos tenemos un solo cuerpo, así como todos tenemos un Espíritu, una Mente o Principio. Por lo tanto, no existe más fundamento para creer en la existencia de muchos cuerpos que el que existe para creer en la existencia de muchas mentes.

Sin embargo, por siglos se les ha enseñado a los mortales que cada uno tiene su propio cuerpo, el cual está separado del cuerpo universal, y que cada cuerpo tiene su propia mente, separada de la Mente infinita. El verdadero hecho es que todas las personas reflejan conscientemente y poseen, las ideas que forman parte del único cuerpo o manifestación infinita de la Mente. Este cuerpo es la expresión universal de Dios, el Espíritu, la evidencia absoluta de todo lo que existe. Proporciona la prueba absoluta de que Dios es, sin duda, el Todo-en-todo.

Si somos escépticos en cuanto a si un solo cuerpo es suficiente para todas las personas, basta con recordar que aun en el campo del pensamiento humano un solo universo es suficiente. Y también sabemos que en la ciencia de la aritmética, una tabla de sumar es suficiente. La multiplicación de 2x2=4 es suficiente para todos; y esta regla es igualmente válida para todas las demás ecuaciones matemáticas. Del mismo modo, todas las ideas espirituales que forman parte de la manifestación universal que la Mente hace de Sí misma, están siempre disponibles para cada hijo de Dios, debido a la capacidad que nos otorgó de reflejar o expresar todo lo que es verdadero. En este sentido podemos decir que el hombre incluye al universo. La Sra. Eddy dice en La unidad del bien: "El Espíritu es el único creador, y el hombre, incluso el universo, es Su concepto espiritual".Unidad, pág. 32.

El cuerpo real, el cuerpo universal o la incorporación de ideas espirituales, por ser la expresión completa de la Mente que todo lo incluye, necesariamente abarca la verdad o idea correcta acerca de todas las cosas. Asimismo, el cuerpo infinito o manifestación de la Mente incluye las verdades divinas referentes a esos denominados objetos externos que para los sentidos aparentan ser mucho más grandiosos que aquello que la mente mortal llama hombre. Véase Ciencia y Salud., pág. 511. Además, la infinita expresión de la Mente incluye la idea correcta o el concepto espiritual de hogar, relaciones, negocio, gobierno, provisión, salud, y todo lo que tiene que ver con la armonía y el bienestar.

El entendimiento de la naturaleza espiritual del cuerpo como la manifestación de la Mente única, y la comprensión de Su universalidad y Su perfección, nos permite entender mejor el concepto humano de cuerpo. Como dice nuestra Guía: "La consciencia construye un cuerpo mejor cuando la fe en la materia se ha vencido. Corregid la creencia material con la comprensión espiritual, y el Espíritu os formará de nuevo".Ibid., pág. 425.

La evidencia de los Evangelios nos muestra que aun después de Su resurrección, Jesús no se había liberado totalmente de un sentido material del cuerpo. Esto lo comprobamos por lo que dijo a los discípulos y a otras personas: "Un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo". Lucas 24:39. Pero cuando llegó la culminación de su desarrollo espiritual, llamada ascensión, Jesús percibió que su verdadera individualidad era espiritual, la expresión o idea indestructible, perfecta e inmortal de la Mente divina. La Sra. Eddy dice en "The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, "El cuerpo espiritual, la idea incorpórea, vino con la ascensión"Miscellany, pág. 218.

Algunos años después de la ascensión de Jesús, Pablo escribió sobre el Cristo: "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad". Col. 2:9, 10. Cuando se comprende que el término "Deidad" se refiere simplemente a la naturaleza divina, es fácil comprender que esta naturaleza, en su gloria y su grandeza, se expresa de modo perfecto por medio del hombre, ya sea en forma individual o colectiva. También se percibe que el hombre real sólo puede estar consciente de nada más — ni nada menos — que de la idea infinita, cuerpo o manifestación de Dios, incluso todo lo que existe en la creación.

Esta comprensión de la verdad del ser comienza de inmediato a liberarnos de la creencia de que estamos aprisionados en un cuerpo material y finito, que en cualquier momento puede alojar a la enfermedad o ser el instrumento del pecado. Esta comprensión rompe las cadenas forjadas por el sentido material y el razonamiento humano. Eleva el pensamiento por encima del pensamiento mortal hacia el reino del conocimiento espiritual, hacia una percepción consciente de libertad y dominio.

La comprensión de que no hay más que un cuerpo, — la manifestación infinita de la Mente divina — ha sanado a miles de enfermos con enfermedades crónicas, capacitándolos para comprender que en realidad no hay un cuerpo material que se puede enfermar. El cuerpo universal no está constituido de órganos físicos, sino de ideas espirituales que expresan salud, perfección, belleza, santidad, armonía, utilidad, acción, indestructibilidad e inmortalidad, porque reflejan a la Mente.

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