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La bondad de Dios nos saca de deudas

Del número de julio de 1996 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Todos podemos regocijarnos en el amor de Dios que nos puede sacar de todo valle de angustias y deudas, porque nada existe fuera de Su alcance. Cuando nos acercamos al Amor divino para que nos extienda Su mano y nos ayude de la manera que Él tiene prevista, no somos desilusionados. La experiencia de una activa estudiante de la Ciencia Cristiana en , ilustra esto. la entrevistó en uno de los programas radiales de El Heraldo de la Ciencia Cristiana.

Enrique Smeke: Laura, quizás podrías comenzar contándonos cuál es tu ocupación.

Laura Victoria Rojas: En la actualidad estoy trabajando en una galería de arte, que es de mi familia, donde nos dedicamos exclusivamente a trabajar con artistas de la nueva generación. Tenemos venta de obras de artistas nacionales con trayectoria internacional. En la galería hacemos trabajos de enmarcación que, junto con otras cosas, nos producen ingresos cuando no se concretan ventas de arte.

Enrique: Me imagino que debe ser una actividad bastante variada, ¿no?

Laura: Así es, es muy interesante trabajar con artistas que traen siempre ideas nuevas.

Enrique: ¿Pasaste épocas difíciles en la galería?

Laura: Sí, fue cuando me incorporé a este negocio que mi esposo ya tenía. En esa época nos encontramos con una serie de deudas alarmantes. En el estudio de la Ciencia Cristiana, al leer la Biblia, me encontré con la cita del Génesis donde dice que Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza. Gén. 1:26. Esta parte fue muy importante para mí porque me dio una vislumbre de la identidad del hombre. Además, mi interés primordial era conocer a Dios, y fueron muy valiosas las verdades presentadas bajo la luz de la Ciencia Cristiana, como lo muestra la Sra. Eddy, que nos da siete sinónimos para conocer a Dios, que son: Principio, Mente, Espíritu, Alma, Vida, Verdad y Amor. Este estudio minucioso y constante también me ayudó a conocerme a mí misma como en realidad soy, un reflejo de Dios. Y en la misma forma, iba aprendiendo que Dios se manifiesta a través de todos sus hijos en generosidad y en abundancia.

Como te contaba, el negocio tenía muchas deudas y para mí era muy importante esto que aprendía acerca de Dios, porque me permitía descansar un poco sabiendo que cancelar estas deudas no era una obra personal. Reconocer constantemente la bondad de Dios fue de mucha ayuda, y una cita bíblica que me dio mucha inspiración es de Santiago, que dice: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación". Sant. 1:17. Esto me dio la firmeza y seguridad de que Dios es invariable, y que donde sea que me encuentre allí está Dios. Dios nunca deja de estar presente.

Si bien las soluciones no llegaron inmediatamente, porque aunque podía entrar mucho dinero las deudas seguían siendo grandes, yo fui cambiando gradualmente al depositar mi confianza absoluta en Dios y al entender que es Él quien hace todo.

Enrique: Muchas veces creemos que la provisión nos va a llegar por determinados canales y no consideramos que Dios tiene previsto otros canales, ¿no?

Laura: Sí. Yo muchas veces pensaba que la solución de mis problemas se encontraba únicamente en las ventas que se producían en el negocio. Y hubo muestras muy lindas de Su cuidado y gobierno.

Enrique: En forma práctica, ¿cómo se manifestó esto?

Laura: En una ocasión estábamos sobre la fecha de un compromiso de pago, y oré para poder reconocer la generosidad y bondad de Dios, y ver que también se expresa en mi experiencia con mis acreedores. Recuerdo que en esa oportunidad la solución vino de parte de los acreedores, porque nos propusieron un canje. Posteriormente, alguien cercano a mi esposo le pidió que le ayudara a vender un automóvil y aunque no sabíamos nada de esta clase de negocios lo ayudamos y tuvimos nuestra ganancia. El resultado fue que pudimos ver que las cosas no se resuelven en la forma que uno quiere, sino como Dios se quiere manifestar y bendecir al que anda en Su camino. En otra oportunidad una amiga me dijo que tenía una conocida que necesitaba adquirir esmeraldas. Fue muy fácil ayudarle pues tengo un familiar que es joyero y me dio la información que necesitaba para servir de intermediaria y cobrar mis ingresos. Así pude ver una vez más cómo Dios pone las ideas que necesitamos en el camino. Antes de estudiar esta Ciencia pensaba que si una puerta se cerraba quinientas se abrían. Ahora digo que si una puerta se cierra, una infinidad se abre.

Enrique: Tú has estado estudiando la Ciencia Cristiana desde hace tiempo y has aprendido que tu Pastor es la Biblia y Ciencia y Salud. ¿Ha producido el estudio de estos libros algún cambio en tu forma de ser?

Laura: Sí. Mi carácter ha cambiado. El mal genio, por no poder cumplir con mis obligaciones; las dudas y temores, también. El carácter ha tomado un giro favorable, y he aprendido que no vale la pena sumarse uno mismo al problema, sino que uno tiene que retirarse del problema, y así poder ser testigo de la bondad de Dios que está ahí presente.

Enrique: ¿De qué te diste cuenta que te hizo cambiar tu forma de ser?

Laura: El conocerme como hija de Dios, bienamada. Dejar de lado todo sentido de obstinación y toda búsqueda de perfeccionamiento meramente personal, mediante la lectura de libros donde le arreglan a uno el carácter por medios materiales; y reconocer constantemente que es el amor de Dios que está corrigiéndolo a uno.

Enrique: Claro, siempre recurriendo a Dios...

Laura: Sí. Y esta identificación como hija de Dios me ha hecho sentir que no estoy sola resolviendo problemas, sino que tengo a un Padre-Madre que me está dirigiendo, que me está guiando. Esto me hace sentir como un niño pequeño, que confía plenamente en que su papá va a hacer lo mejor para él. No está preocupado si le van a comprar calzado o si lo van a llevar al colegio, sino que está tranquilo, confiado, seguro. Desperté con esa actitud.

Enrique: Y me imagino que habrás visto muchos frutos en tu vida.

Laura: Muchísimos. Por ejemplo, desde que conocí el camino en la Ciencia Cristiana he tenido tranquilidad, mucha paz, y también mucho trabajo. Pero con esta base metafísica que trae el conocimiento de Dios y del hombre, el trabajo se hace con la confianza de que Él nos ayudará a resolver cualquier problema, porque ya está resuelto para Dios. Nuestra labor es la de comprender lo que Dios ha hecho. Frente a cada situación humana, hay una respuesta de lo que Dios ya es.

Bendeciré a Jehová que me aconseja;
aun en las noches
me enseña mi conciencia.
Se alegró por tanto mi corazón,
y se gozó mi alma.
Me mostrarás la senda de la vida;
en tu presencia hay plenitud de gozo;
delicias a tu diestra para siempre.

Salmo 16:7, 9, 11

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