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CONCEPTOS DIVINOS QUE SANAN

Del número de marzo de 1997 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Después Que Mary Baker Eddy descubrió la Ciencia Cristiana en 1866, ella trabajó durante muchos años para explicar las reglas espirituales de la curación inherentes a su teología. A lo largo del camino, sus estudiantes fueron los que recibieron los puntos de vista más claros, y escribieron muchos e importantes relatos de lo que ella les enseñó.

En 1898, la Sra. Eddy condujo su última clase de Ciencia Cristiana; fue una clase especial por invitación. Sesenta y ocho estudiantes asistieron, todos con una sólida base en la Ciencia Cristiana.

Uno de los estudiantes escribió lo siguiente acerca de lo que aprendió la clase, "primero y último": "Había un solo Dios, y en consecuencia, sólo podía haber un solo reflejo completo, que por supuesto era la idea compuesta, el hombre. Ella habló bastante sobre el hecho de que sólo podía haber un reflejo total o completo de un solo Dios, y que ese hecho debe ser la base de toda deducción científica. Ella dijo que sólo a medida que sus estudiantes percibieran el hecho fundamental de que el único Dios sólo podía tener un reflejo completo, captarían el sentido básico correcto de la Ciencia Cristiana, y sabrían que no había ningún otro punto de partida". Lyman P. Powell, Mary Baker Eddy: A Life Size Portrait (Boston: The Christian Science Publishing Society, 1991), pág. 195.

Esta idea es una enseñanza básica de la Ciencia Cristiana. Sin embargo, la mente humana no la entiende fácilmente hasta que uno comienza a sentir, a través de la oración, el efecto sanador que se obtiene al comprenderla.

Recuerdo una época en particular, en que comencé a estudiar esta Ciencia, cuando pedí la ayuda de un practicista de la Ciencia Cristiana, debido a que tenía un complicado problema de negocios que se había prolongado mucho tiempo. Durante una de nuestras conversaciones, él me convenció de que lo único que verdaderamente está ocurriendo es la actividad y la acción correcta de Dios y Su idea, el hombre. Cualquier cosa contraria a eso, dijo, es falsa e ilusoria.

Todo lo que realmente existe debe ser Dios y Su manifestación.

Cuando comencé a orar desde el punto de vista de esta comprensión, perdí el temor del antagonismo de las otras mentes involucradas, y puse de lado las opiniones humanas. Poco después, a decir verdad para mi sorpresa, el problema se resolvió. El firme reconocimiento y confianza de que hay una sola Mente y un solo reflejo, el hombre a imagen de Dios, de pronto hizo que se invirtiera el aparente choque terco de los puntos de vista personales, y se manifestó una solución satisfactoria para todos los involucrados. Esto me produjo una profunda impresión y un gran deseo a lo largo de los años de aprender más de los conceptos espirituales que surgen de esta unicidad y que producen la curación en la Ciencia del Cristianismo.

Los escritos de la Sra. Eddy ponen bien en claro metafísicamente, que todo lo que en realidad existe debe ser Dios y Su manifestación, el Principio y su idea. Pero sus escritos también explican que el Principio y su idea no son dos sino uno, inseparables aunque distintivos como causa y efecto. Su obra principal, Ciencia y Salud, declara: "En la Ciencia, la Mente es una e incluye nóumeno y fenómenos, Dios y Sus pensamientos".Ciencia y Salud, pág. 114. Como dijo Cristo Jesús: "Yo y mi Padre, uno somos". Juan 10:30.

Aquí Jesús estaba hablando no sólo del concepto humano de sí mismo, sino del Cristo, que él representaba aquí en la tierra. El Cristo es el mensaje sanador y salvador que viene a la consciencia humana para que sea iluminado y redimido espiritualmente. El Cristo es el testigo completo de Dios, de la Mente, de Sí Mismo. La Sra. Eddy escribe: "Si decimos que el sol representa a Dios, entonces todos sus rayos colectivamente representan al Cristo, y cada rayo por separado representa a los hombres y mujeres".The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 344. Jesús declaró: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer". Juan 15:5.

Cada persona encuentra su unión con Dios a través del Cristo.

Estas declaraciones quieren decir que cada persona encuentra su unión con Dios a través del Cristo y tiene la autoridad derivada de Dios para sanar, siguiendo el ejemplo de Jesús, el Mostrador del Camino. El sanó el pecado y todo tipo de enfermedades, pero no dijo que tenía el monopolio sobre la habilidad para sanar. De hecho, enseñó que quienes creyeran en él harían las obras que él hacía. Véase Juan 14:12. Él no sólo lo enseñó, sino que ¡nos ordenó hacerlo! Con un encargo tan imperativo, el discípulo cristiano tiene la obligación de seguir a Cristo Jesús en su diario pensar y vivir. Ciencia y Salud afirma del Maestro: "Los mortales pueden aprender de él a liberarse del mal". El libro de texto continúa: "Estando el hombre real unido a su Hacedor por medio de la Ciencia, los mortales sólo tienen que apartarse del pecado y perder de vista la entidad mortal, para encontrar al Cristo, al hombre verdadero y su relación con Dios, y para reconocer la filiación divina".Ciencia y Salud, pág. 316.

Esto fue lo que ocurrió cuando se solucionó mi problema de negocios. El practicista se apartó del sentido mortal de las cosas y percibió claramente la absoluta armonía espiritual de Dios y Su idea. Como resultado, yo tuve un sentido renovado de la totalidad y la unicidad de Dios, y la confusión que había existido de pronto se disolvió, y se produjo la curación.

Esta verdad de la unicidad y totalidad de Dios y de que el hombre es Su reflejo, es eficaz para la curación de todos los males humanos, ya sean físicos, mentales, financieros, cualesquiera sean. Todo concepto humano y materialista de Dios o de Su reflejo obstaculiza este método espiritualmente científico de oración.

No se puede pensar que el Cristo es Dios, porque el Cristo es la manifestación divina de Dios.

En la curación es fundamental comprender la naturaleza del Cristo. No se puede pensar que el Cristo es Dios, porque el Cristo es la manifestación divina de Dios. Existe una relación de causa y efecto. Asimismo, el Cristo no es una personalidad corpórea, que se encuentra en algún otro lado ahora y que volverá en un momento desconocido. El Cristo es incorpóreo y está siempre presente. Los puntos de vista equivocados hacen imposible demostrar la curación cristiana genuina. Otro concepto equivocado es la creencia de que el hombre es corpóreo, una personalidad hecha por Dios que vive en la materia con una mente individual separada de la Mente divina, una mente que puede pecar o ayudar, estar enferma o sana. Estos, así como otros conceptos equivocados, han mantenido a la humanidad en la oscuridad respecto de la salvación mediante el Cristo.

Al no comprender o negarse a aceptar la perfección de Dios y del hombre, como lo demostró Jesús y es revelado en la Ciencia Cristiana, la así llamada mente humana intenta sanar sus propios males por diversos medios materiales o medios humanamente mentales. El hipnotismo, la imaginación, el pensamiento positivo y otras técnicas mentales, son simplemente creencias humanas que intentan superar otras creencias humanas. No se centran en Dios y, por lo tanto, no pueden producir una curación permanente. No tienen una base genuina y espiritual sobre la cual destruir las creencias materiales que causan la enfermedad.

Sin embargo, la Ciencia Divina cumple con su función como el Consolador que prometió Jesús. Él dijo que el Consolador "os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho". Juan 14:26. Esta Ciencia explica totalmente de qué modo son destruidos el pecado, la enfermedad y la muerte. Mediante la oración y el estudio devoto de la Biblia y de los escritos de la Sra. Eddy, reconocemos que estos males son falsos estados mentales que deben ser destruidos por el poder de la Mente divina. Nunca son la condición verdadera del hombre, porque el hombre es enteramente espiritual y perfecto. En cada caso, Dios, el Espíritu, la Mente, es reconocido como una verdadera consciencia, que purga el pensamiento humano de las creencias falsas mediante el Cristo. De esta manera uno puede sentir la filiación espiritual que caracteriza al reino de Dios. En este reino, esta realidad espiritual y perfecta, nadie queda fuera, y todos expresan completamente la libertad y armonía que Dios les dio individualmente.

Estos son conceptos que, cuando se comprenden, traen curación.

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