El registro más antiguo que tenemos sobre Cristo Jesús se encuentra en el primer capítulo de Marcos. Nos cuenta que Jesús fue a Galilea predicando las buenas nuevas del reino de Dios, diciendo: "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado". Dijo que la gente debía arrepentirse, dejar el mal atrás y creer en las buenas nuevas.1 Este mensaje acerca del reino de Dios es la enseñanza principal de Jesús.
La gente vio las cosas maravillosas que dijo e hizo Jesús, y lo siguieron. Poco después de empezar a predicar, Jesús le pidió a cuatro hombres — Simón, Andrés, Jacobo y Juan — que se unieran a él mientras se preparaban para ir a otras ciudades en Galilea, y diseminaran la palabra de Dios.2 (Como recordarán, más tarde Jesús cambió el nombre de Simón por el de Pedro.) Estos hombres, y otra gente, fueron conocidos como discípulos, o estudiantes, de Jesús.
Jesús y estos seguidores fueron a una ciudad llamada Capernaum, que se encontraba en la costa noroeste del Mar de Galilea. Entonces, un día sábado, el día de reposo de los judíos, Jesús fue a la sinagoga. El servicio en la sinagoga comenzaba con la oración seguida de lecturas de las Escrituras. A continuación, el principal de la sinagoga invitaba a alguno a enseñar alguna lección basada en lo que se acababa de leer. Ese día, le pidieron a Jesús que hablara.