Hace Poco Tuve una experiencia que ahora comprendo prueba la verdad de esta declaración: "Las pruebas son señales del cuidado de Dios" (Ciencia y Salud, pág. 66).
Tiempo atrás, mi esposo se enfermó y lo llevaron al hospital. Me quedé con él. Hice todo lo posible por seguir con mi estudio de la Ciencia Cristiana, reconociendo que Dios siempre me estaba protegiendo. Pero los días pasaban y la salud de mi esposo no mejoraba. Me di cuenta de que estaba algo confundida en mi pensamiento; mi esposo confiaba en la medicina para sanarse, mientras que yo confiaba en la oración y en el entendimiento espiritual para mis propias necesidades. Entonces, llamé a una practicista para que me ayudara.
Ella me recordó que el hombre refleja en todo momento a Dios, y que su verdadera individualidad es la expresión del ser de Dios, intocable por las leyes materiales y las sentencias; que en el universo de Dios no existen cosas llamadas "atmósfera médica" o "leyes médicas". También me recordó que los médicos y las enfermeras no son gente simplemente. Ellos también son hijos de Dios que moran en Su reino. Dios cuida de ellos y los ama. Me recordó que no tenía que aceptar las sentencias médicas ni para bien ni para mal, porque ambas están basadas en el concepto de que la salud del hombre y su seguridad están en duda y pueden cambiar. Las leyes infalibles de Dios están siempre en operación. Empecé a comprender que mi esposo también reflejaba a Dios todo el tiempo, y que Dios cuida de él sin tener en cuenta las circunstancias.
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