La Tarde Del 26 De Enero De 1908, Mary Baker Eddy dejó su hogar de quince años y medio en Concord, New Hampshire, y se mudó a Chestnut Hill, un suburbio de Boston, Massachusetts. Esa mañana la Sra. Eddy había recurrido a su Biblia, como era su costumbre diaria, y se abrió en 1 Corintios, capítulo 9. Después de leer los versículos 10 a 14 a los miembros del personal de su casa, dio lo que John Lathrop describió como "una gran charla" sobre el hecho de que "sanar a los enfermos es la única prueba para un Científico Cristiano". Diario de John Lathrop, Departamento de Historia de La Iglesia Madre. El Sr. Lathrop era uno de los secretarios de la Sra. Eddy en esa época. Cuando el Sr. Lathrop dejó de servir a la Sra. Eddy un mes después, ella le dijo: "Dedica todo tu tiempo a la curación. Perfecciónate en esto".lbid.
Nada era más importante para la Sra. Eddy que la devoción de un Científico Cristiano a la práctica de la curación cristiana. Alentar y apoyar esta devoción de pensamiento y acción era el propósito fundamental de sus esfuerzos por establecer la Causa de la Ciencia Cristiana, a fin de salvar al mundo del pecado y de la enfermedad. A principios de enero, una carta de un antiguo trabajador de la casa dirigida a la Sra. Eddy, había sido publicada en el Christian Science Sentinel. Comenzaba así: "Muy querida Maestra: Le escribo simplemente para expresarle mi afecto y mi profunda gratitud por todo lo que ha hecho y está haciendo por la humanidad".Sentinel, 18 de enero de 1908, pág. 391. La Sra. Eddy había dedicado por completo los cuarenta y dos años anteriores de su vida, a compartir con sus semejantes la revelación que ella había recibido de Dios. En esta revelación, ella descubrió:
La Ciencia del Cristo o las leyes divinas de la Vida, la Verdad y el Amor, y nombré mi descubrimiento Christian Science. Dios bondadosamente me había estado preparando durante muchos años para que recibiera esta revelación final del Principio divino absoluto de la curación mental científica.Ciencia y Salud, pág. 107.
Varios años después de su descubrimiento, la Sra. Eddy escribió el libro de texto de esta Ciencia divina de Dios y la curación cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, basándolo en "esta revelación final" y en la experiencia con la práctica sanadora de su propia vida. Ella sirvió como pastora de la primera Iglesia de Cristo, Científico, que ella estableció con la ayuda de sus estudiantes; fundó el Colegio Metafísico de Massachusetts, sirviendo como Presidenta y Maestra; fue la primera Editora y Redactora de The Christian Science Journal, y reorganizó su iglesia original como La Iglesia Madre, La Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Boston, Massachusetts, creando para la misma un gobierno fundado en Reglas y Estatutos divinamente inspirados. Todo esto se hizo con el fin de dar a la humanidad una comprensión de Dios que nos permite sanar las enfermedades del mundo, mediante una oración basada en las leyes de Dios. Pero para Mary Baker Eddy, esto todavía no era suficiente.
Cuando estableció su residencia en Chestnut Hill. El pensamiento de la Sra. Eddy se esforzó más que nunca por llegar al mundo con una verdad práctica y sanadora. En el Sentinel del 11 de abril de 1908, ella hizo una declaración sobre la "Guerra", que comenzaba: "Por muchos años he orado diariamente para que no haya más guerras..." Su mensaje concluye indicando la necesidad de arbitrar los desacuerdos entre las naciones y la necesidad de armar a los ejércitos para evitar la guerra y preservar la paz. Esta declaración también apareció en The Christian Science Journal de mayo de 1908, y fue reimpreso en The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 286. Un Científico Cristiano envió un ejemplar de este Sentinel al Presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt. Él respondió con una nota personal diciendo: "Esto es interesante e importante. Ojalá todos los otros líderes religiosos mostraran tanta sensatez". Documento de la Historia de la Iglesia: L09772.
Pocas semanas después, el Redactor del Minneapolis Daily News solicitó una declaración sobre lo que la Ciencia Cristiana podía hacer por la hermandad universal. La Sra. Eddy respondió:
La Ciencia Cristiana puede y produce hermandad universal como una secuencia del Amor divino. Explica el Amor, vive el Amor, demuestra el Amor. El material humano llamado sentidos no percibe este hecho hasta que está controlado por el Amor divino, de ahí la Escritura: "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios".Documento de la Historia de la Iglesia: L09857.
Impulsada por el Amor divino, la Sra. Eddy fue guiada en este momento a establecer un diario. Ya en 1878, ella había declarado públicamente su interés en tener un diario a su disposición "para corregir los errores y responder a las falsedades". Mary Baker Glover Eddy, Science and Health, 2d. ed., 1878, pág. 166. Este deseo fue parte de lo que la motivó a comenzar el Journal en 1883, el semanario Sentinel en 1898, y El Heraldo de la Ciencia Cristiana en 1903. En el verano de 1908, ella solicitó a La Junta Directiva de La Iglesia Madre y a la Administración Fideicomisaria de La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana, que publicaran The Christian Science Monitor.
La Sra. Eddy quería un diario para el hogar, pero esperaba que tuviera un efecto sanador en el mundo. Dijo que era "para difundir indivisa la Ciencia que opera inagotablemente".Miscellany, pág. 353. En esto ella estaba parafraseando una línea del poema de Alexander Pope de 1733, "An Essay on Man", el cual habla acerca de "la MENTE de TODOS", que se difunde indivisa y opera inagotablemente". "An Essay on Man", 1733, epístola I, línea 274. Para la Sra. Eddy esa "MENTE" no era nada menos que el único Dios omnipotente, que es el Amor divino respondiendo a todas las necesidades de la humanidad. Y "un diario que sea redactado y publicado por los Científicos Cristianos" Mary Baker Eddy, Escritos Misceláneos, pág. 4. podía ser una manifestación sanadora de esta Mente divina. En la mañana del 25 de noviembre de 1908, el día en que se publicó el primer número del Monitor, la Sra. Eddy abrió su Biblia en el Cantar de los Cantares 8:6, 7. Estos versículos hablan de la fortaleza y el poder del amor para enfrentar las fuerzas del mundo material.
Para la Sra. Eddy era muy importante que los Científicos Cristianos expresaran el Amor divino de manera práctica. Para el servicio de Comunión de La Iglesia Madre del 14 de junio de 1908, ella instruyó que el sermón fuera sobre el tema "Obras" especialmente como lo ilustra Juan 15:2: "Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto". Documento de Historia de la Iglesia: L03466. Dos semanas después de esto, la Sra. Eddy abolió el servicio de Comunión en La Iglesia Madre, para terminar con el peregrinaje anual de la multitud de Científicos Cristianos que venían de afuera de la zona de Boston. Dos días antes de que se celebrara este servicio la Sra. Eddy escribió:
La fe sin obras es la mentira más sutil. Satisface a los estudiantes con una mentira, les da paz en el error, y ellos nunca podrán ser Científicos Cristianos sin esa fe que es conocida y probada con obras. Las palabras son a veces imposiciones y la fe sin obras es muerta y es arrancada de raíz, no es fe sino una mentira traicionera, que adormece a la conciencia e impide la demostración. Documento de la Historia de la Iglesia: Al 1333.
Seis meses antes de que se mudara de Concord, New Hampshire, Arthur Brisbane, un periodista de Nueva York, la entrevistó. Más tarde él contó lo siguiente a unos amigos: "... Fue un privilegio para mí descubrir a uno de los intelectos más agudos que haya yo encontrado jamás, y a la mujer más gentil y dulce que haya conocido. Su presencia misma me daba descanso. Durante nuestra conversación le mencioné esto, diciéndole lo cansado que estaba. Todo lo que puedo decir es que fue una experiencia increíblemente hermosa... ese tratamiento me demostró la gran necesidad de la Ciencia Cristiana que tiene el mundo de hoy". Recuerdos de Helena Hoftyzer, Historia de la Iglesia.
Sin la prueba de la curación no hay Ciencia. La curación que se apoya únicamente en Dios a través de la oración, negando lo que no es divino y afirmando la perfección, omnipotencia y omnipresencia de la manifestación espiritual y perfecta de este Dios Único, es la curación que resulta de la comprensión de la ley divina. Y la práctica de la curación debe ir más allá de sí misma. La corona del Amor divino se manifiesta en aquella vida dedicada con todo altruismo a los demás. La Sra. Eddy había escrito a un estudiante unos años antes: "... usted no puede ser un Científico Cristiano práctico sin sanar al enfermo y al pecador además de a usted mismo. Es demasiado egoísta de nuestra parte trabajar para nosotros y no para los demás también. Dios no bendice eso". Documento de la Historia de la Iglesia: L01953.
Quienes eran sanados por la Sra. Eddy inevitablemente sentían la bendición de Dios. La Srta. Elsie Berquist, una Científica Cristiana, escribió acerca de un incidente que relató su padre, quien en esa época no era estudiante de la Ciencia Cristiana:
Durante el año 1909, él trabajó en un edificio en Chestnut Hill, no lejos del hogar de la Sra. Eddy. Un día, sintiéndose muy cansado decidió salir del trabajo temprano e ir a ver la arquitectura de la casa de la Sra. Eddy. Cuando se acercaba, salió el carruaje de la Sra. Eddy. Ella le sonrió y él se sintió tan elevado que podría haber corrido junto al carruaje kilómetros. Por supuesto que él no hizo eso, pero se olvidó de ver la arquitectura de la casa y comenzó caminar. Caminó hasta Boston (más de 3 kilómetros) sin fatigarse y no se sintió cansado durante una semana.
Mi padre contó a los miembros de su iglesia acerca de la elevación espiritual que había recibido de la Sra. Eddy, cómo había sentido que el Espíritu del Señor había descendido sobre él... Recuerdos de Elsie Berquist, Historia de la Iglesia. Ella también recordó que su padre "habló tanto acerca del asunto que el ministro de su iglesia le pidió que dejara de relatar la experiencia allí".
Incansable en su trabajo por la humanidad en el nombre de la Ciencia Cristiana, la Sra. Eddy, a través de su oración y de su correspondencia privada, permaneció activa guiando a la Causa hasta el momento de su fallecimiento el 3 de diciembre de 1910. Calvin Frye, Laura Sargent, Adam Dickey, Irving Tomlinson y William y Ella Rath von, estaban con ella ese sábado por la noche. Recuerdos de William Rathvon, Historia de la Iglesia. La última cosa que les dijo fue: "Todo lo tengo en el Amor divino, es todo lo que necesito". Documento de la Historia de la Iglesia: L13841. A principios de ese año ella había escrito a una de sus estudiantes que acababa de perder a su marido:
Su querido esposo no ha fallecido en espíritu; él nunca murió, sólo para los sentidos de usted; él vive y ama y es inmortal. Permita que esto la consuele mi querida, y encontrará descanso disolviendo el sentido de la muerte, y atesorando el sentido de la vida, no de la muerte. Su querido esposo está tan vivo hoy como siempre, y usted puede encontrar descanso y paz en este verdadero sentido de la Vida.
La Mente y no la materia es nuestra Vida, y podemos regocijarnos sabiendo que la Mente nunca muere. El pecado y un falso sentido de vida es todo lo que muere. La inmortalidad y la felicidad nunca mueren, por lo tanto, debemos hacer desaparecer este sentido falso, no es real. Documento de la Historia de la Iglesia: L04726.
Nunca ha habido un Científico Cristiano tan amoroso y práctico como Mary Baker Eddy. Su vida de curación da testimonio de esto. La Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana continúa guiando a la humanidad hacia el consuelo de la Ciencia divina, a través de las actividades sanadoras de su Iglesia, y más que nada, a través de sus escritos, el principal de los cuales es Ciencia y Salud. Sin embargo, solo podremos entenderla en su verdadera luz a medida que obtengamos una comprensión práctica de la revelación divina de ese libro, y podamos sanar como ella lo hizo.