Cuando estaba por terminar el décimo grado, fui a ver a mi profesor de física porque quería estudiar matemáticas a nivel "C", que por lo general es sólo para chicos, porque requiere mucha matemática, física y química.
El profesor se río de mí. Me dijo: "Vas a fracasar rotundamente". Yo me dije: "Lo voy a intentar. Si Dios me guía para cumplir con todos los requisitos, voy a aprobar. Y si no es así, haré otra cosa".
Al término del onceavo grado, teníamos que aprobar un examen que se llama "probatorio", que todavía existe en Camerún. Yo lo aprobé. Mi profesor de matemáticas me preguntó si no le había pagado a alguien para que me ayudara a aprobar el examen.
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