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Tus talentos – no sólo uno

Del número de noviembre de 1999 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Escribo Estas Líneas en una calurosa noche de verano, feliz de sentir la fresca brisa que entra por la ventana abierta, por la que escucho los sonidos del chirrido de los grillos, el vuelo de los bichitos de luz y de las hojas movidas por el viento. Los árboles fuertes y robustos que portan esas hojas ceden ante el viento poderoso, que los hace balancearse juntos como una ola en el océano.

Y esta noche quiero decirte algo. Algo que tal vez te mueva como el viento mueve las hojas y los árboles afuera de mi ventana. En cierto modo, tú y yo somos como esos árboles. Y Dios es como el viento que nos mueve. Él dobla las ramas de nuestra vida en una buena dirección.

Los jóvenes de nuestra edad han sido bendecidos con muchas oportunidades y libertad. Pero si ponemos nuestra confianza en Dios podremos gozar de ilimitada libertad. Él tiene, para cada uno de nosotros un camino que nos va a llenar de inspiración. Y todos tenemos un lugar especial donde resplandecer.

No obstante, a veces la gente dice que sólo podemos destacarnos con un talento, porque sólo podemos ocupar nuestro tiempo en una sola actividad. Por ejemplo, algunas de mis amigas han sido clasificadas como "la bailarina", "la atleta", "la magnífica clarinetista", y otros calificativos así. Pero no tenemos que estar limitados por el pensamiento de que sólo podemos tener un talento, una clasificación. Creo que ésa es una limitación que nos ha impuesto la sociedad. Podemos hacer todo y cuanto queramos, siempre y cuando sea algo correcto y bueno. No podemos estar limitados por lo que parece ser falta de tiempo o de talento, porque Dios es el Único que nos da nuestros talentos. Podemos cultivar muchos talentos, reflejando así el total espectro de la naturaleza de Dios.

La verdad es que nuestros talentos no tienen límites. Cada uno de nosotros refleja a Dios de muchas maneras. Podemos comenzar a probar esto reconociendo la función que Él cumple en nuestra vida. Si le das a Dios todo el crédito por las cosas buenas que haces, descubrirás que puedes llegar a ser, por ejemplo, un biólogo marino que canta en conciertos por las noches, y que también puede jugar un agresivo juego de fútbol los sábados por la tarde. Una vez conocí a una señora que tenía una voz de soprano increíble, que le encantaba viajar y tenía gran talento para la fotografía. ¡Hasta aprendió a bucear con tanques!

La vida de los adolescentes en la sociedad de hoy es mucho más complicada que la que tuvieron nuestros padres, o eso queremos creer. Tenemos más desafíos, más presiones, y probablemente más opciones. También tenemos la feliz responsabilidad de reflejar a Dios en todo lo posible. Hacerlo nos permitirá enfrentar y superar la presión de nuestros amigos, los desafíos en la escuela y la inseguridad.

Considero que nuestra generación debe hacer de la espiritualidad una prioridad y aprender que Dios es un consejero en el que podemos confiar. La espiritualidad es la fuente que nos brinda la verdad y la guía que necesitamos para descubrir el camino perfecto que nos corresponde a cada uno, ante la confusa mezcla de posibilidades.

Cuando pienso que tengo que prepararme para ir a la universidad, y llenar todas esas solicitudes, a veces me siento presionada por sobresalir de alguna manera entre la multitud. Sin embargo, en esos momentos me doy cuenta de que realmente podemos cultivar muchos talentos. Si cada uno refleja todo lo que Dios es, ¿por qué vamos a limitarnos a tener un solo talento?

Por ejemplo Liz, mi mejor amiga, es mucho más alta y fuerte que yo. Las dos practicamos deportes, pero ella es muy buena atleta. Sus aptitudes brillan más que nada en hockey sobre hielo, su deporte favorito. Yo siempre la veo como "la deportista". Y así la he visto siempre. Cuando ella me dijo que había comenzado a tomar clases de arte y que quería especializarse en escultura, al principio no la vi realmente como una artista. Yo tenía esa imagen de Liz como atleta, y no me la podía sacar de la cabeza.

Pero entonces recordé que los hermosos dones de Dios están al alcance de todos. Cada uno refleja a Dios con todos los colores del espectro. De manera que podemos transformarnos en un arco iris andante, en lugar de ser simplemente un color azul o anaranjado. Podemos amar a Dios reflejando todos Sus colores. Me maravillo de lo que podemos llegar a ser, y TODO lo que podemos llegar a ser. Todos podemos ser como un arco iris en el mundo, dando inspiración a generaciones más jóvenes. El reflejar todo este espectro es divertido, y sorprendente.

¿Qué puede impedirnos expresar todos los colores de Dios? Es interesante notar que justamente cuando el mundo se está volviendo más apasionate y rebosante de actividad, menos jóvenes creen en Dios o asisten a la iglesia. Al hablar de esto con mis amigos, me he dado cuenta de que la obtención de cosas materiales amenaza a la religión. A menudo la gente le da a un auto o a una computadora el poder para hacerlos felices, para ayudarlos a pasar el día. Estas son las cosas que parecen importantes. Pero yo pienso que sólo necesitamos confiar en Dios. Él es mucho más digno de confianza que un auto o una computadora, que algún día van a dejar de funcionar y tendremos que reemplazar. Ahora que la humanidad ha hecho tantos adelantos, es cuando más necesitamos que Dios nos guíe en nuestro camino. Una manera en que podemos defender este progreso y sentir Su guía, es reflejándolo e investigando nuestro propio sentido espiritual. Si lo hacemos, nuestra generación disfrutará de una mayor libertad debido a un entendimiento más firme de Dios.

Tenemos por delante un maravilloso futuro colmado de talentos. Y al estar sentada aquí, escuchando el murmullo de las hojas y el susurro de sinfonías invisibles, pienso en todos los que van a leer el Heraldo para Teens. Sé que Dios los bendice a cada uno de ustedes y dobla sus ramas en la dirección correcta, porque Él es el Único que hace que los árboles de nuestra vida se extiendan por siempre hacia el cielo.

Priscilla


Redactora Colaboradora Invitada
El Heraldo de la Christian Science

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