El año pasado tuve la oportunidad de viajar al exterior. Desde hacía unos meses venía concurriendo a la Escuela Dominical de la Christian Science, y mi maestra me recomendó que leyera los Salmos 23 y 91. Ella pensó que me ayudarían durante mi viaje.
Cuando llegué a destino, descubrí que la chica con la que me iba a quedar, necesitaba encontrar un apartamento en una semana. Había estado buscando durante un tiempo pero no había encontrado nada. Entonces comenzamos una búsqueda exhaustiva. Por la mañana y por la noche yo leía el Salmo 23, y cuando me sentía muy desalentada lo leía varias veces.
El último día del plazo que nos habían dado, encontramos un apartamento, pero parecía muy caro. Pero orando con los salmos todos los días, y declarando las verdades que estaba aprendiendo sobre Dios, se resolvieron todos mis problemas, desde pagar mis cuentas hasta superar la nostalgia que sentía por mi casa. La espiritualidad nos ayuda a resolver todos nuestros problemas.
Rio de Janeiro, RJ, Brasil
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