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La música ilumina mi día

Del número de noviembre de 1999 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


aprendío a tocar el violín cuando tenía seis años, además de cantar junto con su hermana. En Bordeaux, Francia, donde estudió informática, tocó en orquestas de rock, jazz y música clásica. Ahora trabaja en sistemas de navegación computarizados para automóviles, y toca el contrabajo en un grupo de rock alemán.

¿Qué grupos musicales te gustan?

Alanis Morisette, Lenny Kravitz, Sinclair [una banda funk francesa], Seal, Joe Jackson, Billy Joel. Me gusta la música de The Red Hot Chili Peppers y The Spin Doctors.

También me gustan los cantantes que antes cantaban en el sello Motown, como Diana Ross, Aretha Franklin, y The Jackson 5. Stevie Wonder también. Mi banda favorita en este momento es Jamiroquai, una banda británica de acid-jazz.

Me gusta una canción cuando me conmueve el corazón o me incita a mover los pies. Cuando puedo sentir la emoción de un cantante a través de la melodía de su voz o por la belleza de la letra. Ésa es una expresión del Alma, que es otro nombre para Dios. Es un sentimiento que te eleva, algo que no puedes ver ni tocar físicamente. La música ilumina mi día. Me hace sentir mejor cuando no me siento bien. Yo veo la música como una de las maneras en que Dios nos habla.

¿Qué te interesa más la música o la letra?

Por lo general la música, porque la melodía y el sonido me hablan directamente. No veo la necesidad de que haya palabras. Pero cuando escucho las palabras, me gustan ciertos temas más que otros. El tema del amor aparece en la mayoría de las canciones. Realmente me gusta, por ejemplo, "Love Lifts Us Up Where We Belong", y la canción "Let Love Rule" por Lenny Kravitz. Muchas letras tratan el tema de la amistad, como "Lean On Me" por Bill Withers, y "That's What Friends Are For" de Stevie Wonder.

Y siempre están los temas de felicidad y paz. Aparecen muy a menudo en las canciones de Jamiroquai, como en "Stillness in Time" o al comienzo de "The Return of the Space Cowboy": "Todo es bueno, y marrón; estoy de nuevo aquí con esta sonrisa radiante en el rostro; mis amigos están cerca, y han desaparecido todas mis inhibiciones sin dejar huella; estoy feliz, encontré a alguien en quien puedo confiar".

Algunos puede que digan: "Sólo puedes llegar a ese estado tomando drogas". Pero yo realmente he sentido verdadera felicidad, como la que describe esa canción, recurriendo de todo corazón a Dios. Me siento identificado con esta canción. Describe cómo me he sentido muchas veces al sanar físicamente orando a Dios.

También está la canción de Alanis Morisette — "Thank U". Habla de estar agradecidos por lo que tenemos en lugar de quejarnos por lo que creemos no tener. La gratitud a Dios nos ayuda a resolver cualquier problema. Nos hace estar conscientes del bien que Dios ya ha hecho, reconocer que de Dios es de donde viene el bien, y nos ayuda a ver que no nos puede faltar nada bueno. Cuando canto "Thank U", y escucho las palabras, recuerdo que debo estar agradecido. La mayoría de estas canciones que me gustan me ayudan espiritualmente, cuando las canto para mí.

Otra manera en que la música me llega es cuando me incita a bailar. Eso ocurre cuando el ritmo es bueno, cuando los tambores y la percusión tienen una parte importante en la pieza musical, y cuando la melodía de cada instrumento se sobrepone una a otra.

Ciencia y Salud habla acerca del ritmo espiritual: "iCon mayor motivo deberíamos esforzarnos por comprender las ideas espirituales de Dios, que contemplar los objetos de los sentidos! Para discernir el ritmo del Espíritu y ser santo, el pensamiento tiene que ser puramente espiritual" (pág. 510).

Realmente me gusta cuando una guitarra eléctrica se escucha en overdrive, como en las canciones de los The Red Hot Chili Pepeers, o Rage Against the Machine. ¿Has tenido alguna vez una guitarra elétrica en las manos? Te da una sensación de poder y fuerza al sólo poder hacerla sonar moviendo tus dedos sobre las cuerdas. Es un poco como una orquesta sinfónica; todos los instrumentos tocan juntos y alto, como el sonido de las fuertes olas que rompen en la playa. Este tipo de música me hace pensar en el Salmo que dice: "Cantad alegres a Jehová, toda la tierra; levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos" (98:4).

¿Qué grupos o canciones no te gustan y por qué?

Es difícil decirlo. Hay bandas que parece que solo tocan para vender discos. Y no siento ni alma ni vida en su música. Otras sólo cantan canciones tristes o pesimistas. A mí no me gusta ese tipo de música, porque para mí la vida no es triste ni mala. Estoy más dispuesto a ver que "Dios expresa en el hombre la idea infinita, que se desarrolla eternamente, que se amplía y eleva más y más desde una base ilimitada" (Ciencia y Salud, pág. 258).

¿Te tomas el tiempo para reflexionar?

Sí. Escribo canciones, mayormente en la guitarra. Solo, contemplando las nubes (me encanta mirar las nubes), tomándome el tiempo para escuchar los pensamientos que me vienen, siento la inspiración de componer música o la letra de una canción. Después, siempre siento paz y felicidad. La música es uno de los regalos más maravillosos que Dios nos ha dado. Muchas, muchas canciones me han llegado tanto al corazón que las llevaré conmigo toda la vida. Realmente comprendo la letra de esta canción: "La música fue mi primer amor, y será mi último./ Música del futuro y música del pasado. / Para mí vivir sin mi música sería imposible / Porque en este mundo de problemas mi música me ayuda a ir adelante".

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