ha estado en la labor musical desde que tenía quince años. Pasó la mayor parte de su carrera como disc Jockey. Comenzó cuando estaba en la escuela secundaria superior cerca de Boston, y ha trabajado como disc jockey por todos los Estados Unidos. Aunque sólo trabaja en eso parte del tiempo en Tennessee, donde vive actualmente, continúa buscando más oportunidades en su carrera musical. Considera que hay una fuerte conexión entre la música y su amor por la Christian Science.
¿Cómo empezaste tu carrera como disc jockey?
Comencé a interesarme en la música cuando tenía seis o siete años. Mis padres me regalaron para mi cumpleaños una radio a transistores, más o menos del tamaño de un mazo decartas. Desde ese momento me atrapó. Durante horas me sentaba a escuchar de todo, no sólo música, sino todo lo que la transmitían. Recuerdo que me sentaba en la cama de noche con las luces apagadas. Se suponía que debía estar durmiendo, pero en vez tenía la radio debajo de las cobijas y escuchaba las canciones de moda.
No fue sino hasta después que entré en la escuela secundaria superior que decidí ser disc jockey, y utilizar la música que tanto me gustaba para ganar algo de dinero. Estaba en décimo grado, y tenía unos quince años. Comencé de disc jockey en los bailes de mi escuela, y después lo hice en otros lados. Me intimidaba un poco hacerlo en la escuela, pero mis amigos pensaban que era genial que lo hiciera. Ésa fue mi primera verdadera experiencia de trabajo. Fue una buena experiencia, porque encaminó el trabajo que haría el resto de mi vida. Me di cuenta de que no tenía ningún sentido trabajar en algo que no me gustara. Y he podido aplicar este enfoque en mi trabajo y en otras áreas. Es lógico querer y disfrutar lo que uno hace.
¿Qué te inspiró a continuar tu carrera en la música después de la escuela secundaria superior?
Cuando entré en la universidad me pareció lógico trabajar de disc jockey para ayudar a pagar mis estudios. Estaba comenzando a pensar seriamente en hacer de la música mi profesión, y de disc jockey, mi verdadero trabajo. Hay varias razones por las que sigo en la industria de la música hoy.
Primero, está el aspecto creativo. Desde un punto de vista artístico, esta actividad es un arte en su sentido más puro. Se puede hacer mucho con los discos, CDs y toda la música que se escucha hoy. Éste es uno de los aspectos que más me gustan, y que siempre me va a encantar, poder crear algo nuevo cada noche, cada vez que trabajas, con diferentes piezas de música. Asimismo, hay una cualidad espiritual que es inherente a la música, y en la que siempre voy a estar interesado. Considero que esa cualidad es extremadamente atractiva. No puedo separar las cualidades de la música de mi amor por la Christian Science. Para mí, todo lo que hago en la vida necesita relacionarse con la espiritualidad y la Christian Science.
¿Qué papel cumple la letra en una canción?
La letra de una canción tiene un efecto sobre la sociedad. Las palabras son lo que la gente, especialmente los jóvenes, aprenden y recuerdan. La letra se pega al pensamiento muy rápidamente, y en muchos casos de manera inconsciente. Hay algunos artistas —a veces de rock and roll pesado o de rap— cuyas canciones no son de lo mejor. Pero pienso que la mayoría de los artistas son sensibles a la idea de que la letra es importante, y tratan de incluir el mínimo de aspectos negativos en sus canciones.
Creo que es importante dar apoyo a la música y letra contemporáneas que tienen aspectos positivos. La mayoría de los artistas están tratando de lograr que la gente tome conciencia de ciertos temas que son importantes. Se esfuerzan por provocar un cambio positivo. A lo largo de los últimos 10 ó 15 años en que he desarrollado esta actividad he observado que, como género, la música ha progresado. Creo que necesitamos ver esto y apoyarlo. Cuanto más lo hagamos, tanto más rápidamente desaparecerán los aspectos negativos de la música contemporánea.
¿Ves algún conflicto entre tu amor por la música y tu estudio de la Christian Science?
Una de las cosas que he aprendido estando en la industria de la música, es que la espiritualidad no está separada de ella. El papel que la Christian Science juega en mi vida inevitablemente se refleja e influye directamente en lo que hago en la música. La Christian Science me ha ayudado a hacer un paralelo entre la música yla espiritualidad. Me ha impulsado a ver el significado más profundo de lo que estoy haciendo en mi carrera musical.
Mi estudio de la Christian Science también me ha permitido mantener los pies en la tierra y concentrarme en el mundo musical, que puede estar lleno de tentaciones. El hecho de haber trabajado durante 15 años en clubes nocturnos en todos los Estados Unidos, y que nunca haya tomado un trago ni drogas, ni haya sido tentado a fumar, para algunos en la industria es inconcebible. Esas tentaciones están muy relacionadas con el mundo de los clubes nocturnos. Y como la gente ha visto, a mí me gusta lo que hago, y puedo destacarme en la industria, sin sucumbir a esas tentaciones humanas.
Mi carrera también me ha dado la posibilidad de hablar con la gente sobre la espiritualidad, y en algunos casos específicamente sobre la Christian Science. Tal vez nunca habría tenido la oportunidad de hablar con la gente sobre estas cosas si no hubiera sido por el tipo de trabajo que hago. Voy a los clubes nocturnos todos los jueves, viernes y sábados por la noche, como disc jockey, y no bebo alcohol. Todos los bármans y dueños de clubes con los que he trabajado se dan cuenta de esto muy pronto. Primero se sorprenden, y luego quieren saber más. Preguntan: "¿Por qué no?" y "¿Has bebido alguna vez?", y "¿Cómo puedes hacerlo?" Este tipo de interacción ha sido el beneficio más grande que he tenido en mi carrera, aparte del placer y la realización personal que he sentido.
¿Qué conexiones haces entre tu estudio de la Christian Science y tu trabajo en la música?
Existe un cierto ritmo, vida y soul inherentes a todo tipo de música. Cada composición es una entidad en sí misma. Cada una es individual y tiene su propia personalidad y estructura. Uno de los aspectos de la música que más me fascina es que parece haber un número finito de notas con las cuales componer. Hay una escala de notas, y eso es todo. Desde el punto de vista de la lógica humana, uno pensaría que se acabarían las ideas y la creatividad. Uno pensaría que no hay mucho más que se pueda hacer con un número finito de notas. Pero la verdad es que hay un número infinito de formas en que esas notas obran juntas para crear diferentes piezas musicales. Esas notas crean rock, jazz, música clásica, pop, blues y música bailable.
Cada uno de nosotros es tan único como una composición musical. No obstante, cada uno toca las mismas notas básicas, por así decirlo. Para mí, esas notas se pueden comparar con los diferentes aspectos del carácter de Dios: Vida, Verdad, Amor, Mente, Alma, Espíritu y Principio. Estas notas se expresan de infinitas y diversas maneras y cada día Dios las desarrolla. Esto nunca deja de maravillarme. Te puedes sentar a tocar un instrumento musical, o a escuchar una pieza, y cada vez suena diferente. ¿Cómo puede ser? Sin embargo viene sucediendo desde hace miles de años.
Es importante que cada uno de nosotros, cualquiera sea el interés que tegamos —sea música, deportes, ciencias, arte — transformemos ese interés en una oportunidad para crecer espiritualmente. Necesitamos encontrar la conexión entre ese interés y la espiritualidad. Y por último, entre ese interés y Dios.
