Debido a que el arte de sanar por medio de la homeopatía no respondía a muchas de sus expectativas, el médico homeópata Robert Ennemoser comenzó a buscar métodos curativos de mayor alcance; y al hacerlo, encontró la Christian Science. Aunque, según nos comentó, al principio no comprendía este método, lo sometió a una prueba práctica e imparcial, para determinar su eficacia. Aquí el Dr. Ennemoser, actualmente practicista de la Christian Science en Austria, trata algunos de los puntos esenciales sobre la Ciencia del Cristianismo, que se le han aclarado en su travesía espiritual.
Dios es omnipresente. Esto hace que la medicina del Espíritu esté disponible en toda época, lugar y situación. La medicina espiritual no se adquiere en la farmacia; esto me resultó muy útil cuando aprendí a orar y a sanar. Y uno va adquiriendo confianza cuando, como yo, está en medio de un bosque con una persona que, luego de sufrir múltiples picaduras de avispa, tiene una curación instantánea y completa. Tales curaciones son sencillas y naturales debido a lo que un Científico Cristiano describió como el destacado ”programa educativo” que ofrece la Iglesia de Cristo, Científico; a través de sus servicios religiosos, Escuelas Dominicales, Salas de Lectura, conferencias, Lecciones Bíblicas y la oportunidad de tomar instrucción en clase Primaria.
”El Espíritu es positivo”, declara Mary Baker Eddy en Ciencia y Salud. Ciencia y Salud, pág. 173. Recibí una agradable sorpresa al descubrir que este método científico y cristiano de sanar, no tiene efectos secundarios. Para muchos médicos, los efectos secundarios perjudiciales que acompañan los métodos materiales de tratamiento, constituyen uno de los mayores problemas en la medicina convencional. En mi propia experiencia con la homeopatía tradicional, he visto que inclusive la fase llamada ”reacción inicial”, a menudo representa una gran molestia para el paciente. He experimentado exactamente lo contrario con la curación espiritual, con la que aun males no tratados específicamente, también han sanado.
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