El Mundo Está Cambiando. La Verdad universal, Dios, está agitando el pensamiento, elevándolo y mostrándole un nuevo camino. En Ciencia y Salud, Mary Baker Eddy, hace esta reflexión: "En el mundo material, el pensamiento ha sacado a luz con gran rapidez muchas maravillas útiles. Con igual diligencia las veloces alas del pensamiento se han ido elevando hacia el reino de lo real, hacia la causa espiritual de aquellas cosas inferiores que dan impulso a la indagación".Ciencia y Salud, pág. 268.
Es obvio entonces que los acontecimientos humanos y el desarrollo humano no están a la deriva, apartándose de la Ciencia de la Verdad. Muy por el contrario, el pensamiento se está "elevando hacia el reino de lo real". Sin embargo, no podemos sentirnos satisfechos. Lo que comprendíamos y demostrábamos de la Verdad ayer, quizás no sea suficiente para hoy. Tenemos que marchar con la Verdad, a medida que se revela eternamente, y podemos hacerlo.
Por ejemplo, cuando consideramos la Christian Science, es importante reconocer que no es cerrada ni intransigente. Se ocupa principalmente de Dios, Dios expresándose a sí mismo en todo. ¿Por qué es esto así? Porque en realidad no existe nada aparte de Dios y Su expresión.
A menos que nos ocupemos de Dios, no estamos ocupándonos de nada. Dios se expresa en todo, porque Dios es Todo. Ése es nuestro punto de partida. Y ésa es también nuestra meta. Dios es el "interior" y el "exterior" de todo ser real. Esto no significa que sólo hay causa y ningún efecto. Eso sería imposible, como si el sol no tuviera rayos. La manifestación de Dios, incluso el hombre, no tiene límites, y expresa la perfección de la naturaleza divina. Esa es la base para la curación en la Christian Science.
¿Y qué pasa entonces con el movimiento de la Christian Science? En la década pasada, atravesó por algunas turbulencias y enfrentó una penosa oposición. Sin embargo, más allá de todas las tensiones de esos años, más allá de los crujidos y los gemidos, ha sido una lucha el poder llegar a un acuerdo con una sociedad humana transformada y progresista.
A lo largo de los años, he pensado mucho sobre lo que significa mantenerse "a la altura de la época", una frase que la Sra. Eddy emplea en el Manual de La Iglesia Madre, al referirse a las publicaciones periódicas de la Christian Science. Véase Manual, Art VIII, Sec. 14. Es obvio que esa frase se refiere a que debemos mantener nuestra espiritualidad a la altura de la época, o más alto.
Estamos en una época que exige más y más que nos ocupemos del Espíritu; que tengamos conciencia de lo que es Dios; que comprendamos a Dios. Hay una gran necesidad, no tanto de religión, como de comprender la Verdad y la Vida divinas. Y eso es justamente lo más grande e importante que los pensadores espirituales tienen para ofrecer. La curación, por supuesto, es el resultado natural de discernir la Verdad.
Si una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, no parece tener mucho éxito, ¿qué puede hacer cada miembro individualmente? ¿Cómo pueden él o ella ayudar? Básicamente, espiritualizando cada vez más su pensamiento. El objetivo de cada miembro es estar más unido a todo lo que emana del Principio divino. Espiritualmente, es mucho mejor estar unido a "La estructura de la Verdad y el Amor",Ciencia y Salud, pág. 583. — citando parte de la descripción que hace la Sra. Eddy de la idea espiritual de Iglesia — que ser el trabajador más entusiasta en alguna de sus comisiones. Sólo por este camino espiritual podemos ser miembros más eficientes.
Hay algunas cargas agobiantes que podrían hacer vacilar a cualquier miembro. Una de ellas puede ser añorar el pasado o esperar que los "viejos tiempos" se repitan, lo cual es definitivamente una actitud poco provechosa.
Pero, ¿importa realmente si las cosas no se ven como antes? ¿Importa si la historia no se repite? No importa porque podemos y debemos seguir avanzando espiritualmente. Y ésa es la única clase de progreso que existe en verdad.
Después de todo, es la Ciencia del Ser la que perdura, y no la percepción humana de las cosas. Lo que tiene permanencia es la realidad espiritual de la Iglesia, no la apariencia humana de la iglesia. No es necesario que los "viejos tiempos" se repitan para que la Verdad universal cumpla su labor de ser Todo, y de manifestarse como el Todo en su variedad infinita.
Sin darnos cuenta, puede que tengamos un punto de vista estereotipado de una iglesia filial, o una imagen estereotipada de los practicistas de la Christian Science, de los testimonios de curación o de las publicaciones periódicas de la Christian Science. Probablemente tengamos también un concepto estereotipado sobre qué clase de persona es un buen Científico Cristiano. Los estereotipos pueden ahogar la individualidad y el progreso.
Pero lo importante es ver cuál es la influencia del Cristo en el mundo. Los pacificadores están muy activos, quizás más que nunca. Se ve que hay más compasión, igualdad y justicia. En muchos aspectos estamos más libres de los apremios de la materia. Nos movemos y nos comunicamos con mayor libertad. Los físicos están percibiendo a la materia menos como sustancia sólida y objetiva. Hay más conocimiento y menos ignorancia, y mayor unidad entre los pueblos.
Estas son extraordinarias manifestaciones del Cristo en acción. Ciencia y Salud dice: "El Cristo es la verdadera idea que proclama al bien, el divino mensaje de Dios a los hombres que habla a la consciencia humana".Ibid., pág. 332. El sentido espiritual nos hace presente que el bien predomina en todas partes. Los medios de comunicación tienden a sugerir que el mal constituye la mayoría de las cosas importantes que ocurren en el mundo. Pero no es así.
¿Cómo Respondemos a los cambios que se producen en el mundo? ¿Estamos satisfechos con sólo asistir todas las semanas a la iglesia? Reflexionemos sobre lo que les dijo la Sra. Eddy una vez a sus alumnos: "Nosotros, hoy, reunidos en esta aula, somos suficientes para convertir al mundo si somos de una misma Mente; pues entonces el mundo entero sentirá la influencia de esta Mente; al igual que cuando la tierra estaba sin forma, y la Mente habló y la forma apareció".Escritos Misceláneos, págs. 279–280. Ésta no es una pretensión extravagante, es una predicción de posibilidades reales.
Nosotros, hoy, al leer esta revista, podemos cambiar el mundo si cambiamos nuestra percepción del mundo, cambiándolo de un sentido físico a uno metafísico y espiritual. Si tenemos una sola Mente — si aceptamos a Dios como nuestra única Mente, y la única Mente de todos — podremos ver al mundo como la Mente divina lo ve. De esta manera, la tierra siente la influencia de la única Mente suprema, no meramente la influencia de mentes humanas bondadosas unidas en solidaridad.
En su interpretación metafísica del término tierra, Ciencia y Salud muestra un contraste significativo: "Para el sentido material la tierra es materia; para el sentido espiritual es una idea compuesta".Ciencia y Salud, pág. 585. ¿Cuál es nuestra tierra? Cuanto más espiritual es nuestro concepto de la tierra y sus habitantes, más curación traemos al mundo.
¿Cómo Podemos Ayudar a la humanidad a valorar mejor lo que la Ciencia del Cristo tiene para ofrecerle?
Las generosas cualidades del Cristo nos enriquecen a todos. Esta semejanza por sí sola atrae a la gente hacia la Ciencia del ser. Así como atraemos más a las personas cuando vemos en ellas la semejanza misma de Dios, del mismo modo si vemos al mundo en toda su plenitud lo atraeremos más que si lo vemos lleno de errores. Las cualidades del Cristo son una atracción irresistible.
Cuando progresamos espiritualmente, comenzamos a ver al mundo de una manera diferente. Y podemos ser cada vez más útiles para quienes nos rodean.
Es importante que nos veamos a nosotros mismos correctamente. En términos espirituales, tiene más valor que seamos el "hombre" — la manifestación de Dios — que meramente un miembro diligente de la iglesia.
En realidad, no tenemos opción. Tenemos que ser lo que somos y no podemos ser lo que no somos. El estar conscientes de que somos el "hombre" y vivir lo más posible como el reflejo divino, ayuda a nuestro mundo. Vivimos en un mundo que es un torbellino de novedades. Esto requiere que valoremos, más que nunca, las ideas que explica Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, y el lugar que este libro ocupa. El libro de texto de la Christian Science* no es simplemente una obra maravillosamente inspirada de papel y tinta. Nuestra relación con él es mucho más íntima. Puesto que nuestro único ser es totalmente espiritual, ya somos parte de la realidad que describe Ciencia y Salud. A medida que percibimos la verdad que contiene este libro, en cierta forma estamos percibiendo nuestro propio ser real. Las realidades reveladas allí siempre nos han pertenecido; y siempre nos pertenecerán. Esas realidades nos pertenecían aun antes de que abriéramos el libro por primera vez, y nos pertenecerán por siempre. Las ideas del libro son la sustancia del ser inmortal del hombre; por lo tanto, son la sustancia de nuestro ser inmortal.
Es importante leer Ciencia y Salud con inteligencia y reflexionar sobre lo que enseña. Tan sólo leer las palabras superficialmente hará poco màs que generar un arrebato de entusiasmo humano. Simplemente ver las palabras con nuestros ojos — en lugar de percibir las ideas con nuestro pensamiento — es una forma de sensualismo, y eso no aumenta nuestra espiritualidad, sino que la aleja de nosotros. La Sra. Eddy escribe: "Debemos prohibirnos el frívolo placer de estudiar la Verdad por medio de los sentidos, pues ni es éste el propósito de mis obras ni es posible en la Ciencia". Esc. Mis., págs 309–310.
Lo más importante es aceptar de todo corazón la realidad expuesta en el libro. Y ser de todo corazón la realidad a que el libro se refiere: el hombre a imagen de Dios.
Regocijémonos por la posibilidad de aplicar las leyes de Dios para efectuar cambios en el mundo. Sin duda hay en ellas muchísimo más potencial que el que podamos imaginarnos.
En The Economist de Londres, Marconi, el inventor de la radio, dice que él pensaba que su invento "sólo sería utilizado en lugares donde la comunicación telegráfica fuera imposible, por ejemplo, en las comunicaciones entre dos barcos, o entre un barco y la costa". ¡Qué visión limitada de las posibilidades! El artículo de Marconi continúa: "Nunca pensé que las comunicaciones se propagarían de un punto a otro del planeta, y mucho menos en la radiodifusión".The Economist, 18 de junio de 1994. Cuando comenzó la radiodifusión, se tenía un punto de vista muy limitado de sus posibilidades.
¿Es posible que la Ciencia divina del ser tenga mayores aplicaciones que las que hemos soñado? A veces las personas tienden a limitar la aplicación de la Ciencia a la curación personal, y a solucionar problemas en asuntos domésticos y laborales. Pero a medida que aplicamos las leyes de Dios en nuestra vida personal con mayor eficacia, podemos estar más dispuestos a extender nuestra práctica de esta Ciencia del ámbito personal al ámbito público.
Por ejemplo, podemos esperar que la Ciencia divina llegue a tener una aplicación directa en los viajes al espacio. ¿Por qué no? Podemos esperar que esta Ciencia llegue a ser comprendida y aceptada por todos; que sea aplicada al problema de la contaminación ambiental y a los apremios de la economía global; a las epidemias, a las guerras, y al crimen. ¿No ayudaría esto a hacer un mundo mejor?
Si continuamos espiritualizando nuestro pensamiento, no conformándonos con ser meramente "militantes", dejaremos de pensar que la Christian Science es una religión atrapada en una civilización cambiante que la está empujando a un lado. Si pensamos más en términos de la Verdad eterna, indestructible e irreversible, la fragilidad de las cambiantes creencias mortales se hará evidente.
No hay nada más reconfortante — y útil — que liberarnos del concepto de que la Christian Science está en un mundo turbulento, y darnos cuenta de su importancia en todos los tiempos. La Ciencia revela la realidad, que es la Verdad eterna, Dios, y un universo inalterable y en permanente desarrollo.
