Me preguntaba, asombrada
¿acaso para alguien es misterio
comprender que el matar y el adulterio
sin diferencia son pecado?
Soledad, tristeza, desengaño,
sentimientos traicionados;
frustración, desconfianza
¿acaso se ha perdido la esperanza?
Mas, en medio de la oscuridad
la luz del día alborea,
buenos sentimientos inundan el pensamiento
y aquietan la tempestad.
Oigo la voz del Cristo, la Verdad,
hablando de perdón y afecto fraternal,
¡qué despertar!
Maravillosa transformación de pensamiento,
corazón que expresa gratitud por Su bondad,
alegría, paz, liberación total.
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