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Isaías escucha a Dios

Del número de febrero de 1999 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


A Isaías le gusta pasar algunas noches en la casa de su abuelita. Le da mucha alegría dormir en su cama. Después de jugar un rato, ver la televisión y limpiarse los dientes, la abuelita lo arropa y se sienta a su lado para repetir con él la oración que la Sra. Eddy escribió para los niños:

Padre-Madre, Dios
En tu Amor,
guárdame al dormir,
guía mis pies al ir
de Ti en pos.

Luego deseándole buenas noches, la abuelita lo besa y le dice: "Querido, sueña algo muy lindo. Yo te quiero mucho". Isaías le dice: "Tú también". Esto quiere decir que él ama a su abuelita como ella lo ama a él. Saber cuánto es amado y que él también ama, es una sensación muy especial que lo hace feliz. Y se duerme de inmediato teniendo lindos sueños.

Pero una noche, Isaías despierta muy asustado porque le duele la garganta y tiene tos. La abuelita sabe que esa molestia es una gran mentira pues Dios no ha creado ningún malestar en Sus hijos, y ellos reciben sólo bien de Dios. Lo que Dios da a Sus hijos es todo lo que Sus hijos tienen. Isaías piensa que porque tiene esa molestia, acaso Dios no lo quiere, y eso también es una mentira.

"Escucha a Dios", le dice la abuelita, "y entonces no sentirás ninguna molestia". Isaías contesta: "Pero Dios no habla como lo haces tú"; diciendo que no puede oír la voz de Dios. La abuelita le explica que oímos a Dios en nuestro pensamiento: "Dios siempre te da pensamientos buenos, afectuosos y felices".

¡Isaías escucha a Dios en sus pensamientos! El dolor y las molestias desaparecen, y duerme plácidamente.

Con dulzura la abuelita comienza a cantar el himno de la Sra. Eddy, que Isaías ha aprendido en la Escuela Dominical de la Christian Science: "Gentil presencia, gozo, paz, poder, divina Vida, Tuyo todo es. Amor, que al ave Su cuidado da, conserva de mi niño el progresar".Himnario de la Christian Science, N° 207.

De momento se despierta Isaías y dice a la abuelita: "Abue, he tenido un buen pensamiento: ¡Yo amo a Dios!" "Qué hermoso pensamiento", exclamó la abuelita abrazándolo. "Esa es la verdad acerca de ti y de Dios. Él te ama y tú lo amas. Esto es perfecto amor. ¿No es una sensación especial y feliz el amar y sentirse amado?" preguntó la abuelita.

Isaías es feliz porque sabre que todos los problemas se pueden resolver con los pensamientos que vienen de Dios, su Padre-Madre, quien lo ama mucho y a quien él ama.

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