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No hay temporada de gripe

Del número de agosto de 1999 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Todos Los Años, cuando comienza el frío, escuchamos una y otra vez lo que se espera que nos venga encima. Y según las noticias, la gente sufre de casi todo. ¿Será posible que estén aceptando como cierto todo lo que escuchan acerca de las enfermedades, y esperando que aparezcan ciertos síntomas? Es por esta razón que debemos adoptar una firme posición en contra del contagio antes y durante lo que se llama temporada de gripe.

Esta posición trae resultados cuando se basa en la comprensión de la ley de Dios, para la que la realidad es espiritual, porque Dios es Espíritu y es Todo. Y el hombre creado a semejanza de Dios es espiritual y real. Por lo tanto, una descripción de una condición material como la gripe no puede tocar al hombre ni causar sufrimiento a ninguno de los hijos de Dios, porque tanto la condición como la descripción de la gripe son fundamentalmente irreales y carecen de poder. Es el Espíritu y no la materia lo que gobierna al hombre.

En Ciencia y Salud, Mary Baker Eddy dice: "Domináis la situación si entendéis que la existencia mortal es un estado de autoengaño y no la verdad del ser. La mente mortal está produciendo constantemente en el cuerpo mortal los resultados de opiniones falsas; y continuará haciéndolo, hasta que el error mortal sea privado de sus poderes imaginarios por la Verdad, la cual barre la telaraña de ilusión mortal. El estado más cristiano es el de rectitud y de comprensión espiritual, y ése es el más apropiado para sanar a los enfermos". Ciencia y Salud, pág. 403.

Entonces, ¿qué podemos hacer para mantener en vista la perfección del hombre? Cuando escuchamos o leemos descripciones de una enfermedad que mucha gente tiene, podemos rechazar en ese mismo momento esas declaraciones porque son irreales, porque no son verdad acerca de la imagen y semejanza de Dios. Cada uno de nosotros está bien y es puro, bajo el gobierno total de nuestro Creador. Y nuestro verdadero ser no puede ser influido por la opinión mortal. Pablo nos dice en su carta a los Romanos: "...sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso".Romanos 3:4.

En una ocasión mi esposo y yo manejamos a otro estado para pasar un tiempo con la familia. Había muchas cosas que hacer y todo el día parecía estar ocupado. Me encontraba tan atareada con las cosas que no cuidé ni vigilé mi pensamiento. Después de una hermosa visita con la familia, comencé a sentir los síntomos de gripe, tal como los que había escuchado con tanta frecuencia. Aun de camino a casa me sentía preocupada. Cuando llegamos, finalmente me di cuenta de que me había atrapado lo que tanto se divulgaba. Pero finalmente me afirmé en la Verdad.

Comencé a orar y también llamé a un practicista de la Christian Science, quien estuvo de acuerdo en orar por mí y ayudarme. Yo sabía que debía apoyarme en Dios en lugar de la habilidad personal de otros, y que la ley del bien de Dios me estaba gobernando.

En muy poco tiempo me sentí aliviada por completo, y así permanecí. Había aprendido una valiosa lección: tengo que asumir una firme posición a favor de la Verdad de inmediato, siempre que escucho, veo o siento alguna situación discordante. Todos los síntomas de la gripe desaparecieron. Para mí esto fue una prueba de que la creencia mortal no puede persistir cuando es enfrentada con la verdad de que sólo Dios tiene poder. Y Él siempre cuida y mantiene a su creación. Usted también puede saber esto, y deshacerse de la gripe de una vez por todas.

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