Cuando era estudiante de la escuela secundaria, llevé a casa a Toby para que viviera conmigo; era tan sólo un pequeño cachorro, por lo que me sentía responsable de él. Yo vivía con otra familia, lejos de mi hogar, y cuando regresaba de la escuela allí cuidaba a una niña pequeña.
Un día decidí bañar al cachorro. Las personas para quien trabajaba pensaron que no sería una buena idea bañar a un cachorro tan pequeño, pero no les hice caso. Poco después del baño, Toby no se comportaba normalmente y lloraba sin cesar. Lamenté mucho lo que había hecho.
Era alumna de la Escuela Dominical de la Christian Science, y había aprendido que las verdades de la Biblia y de Ciencia y Salud, me podían ayudar a saber cómo sanar a otros. Había aprendido que Dios cuida a todos, incluso a los cachorros; así que la mayor parte de la noche estuve sentada en la cama con Toby, orando por él.
En Ciencia y Salud encontré esta frase: "Dios es la Vida, o inteligencia, que forma y preserva la individualidad e identidad tanto de los animales como de los hombres".Ciencia y Salud, pág. 550. Al principio no entendí muchas de las palabras, pero sabía que preservar significa proteger y salvar. Yo sabía que Dios ama y cuida a todas Sus ideas, así que nada malo podía sucederle a algo que Él hubiera creado. Después de varias horas de oración y estudio, puse a Toby en su cama; yo sabía que Dios estaba con él, así como estaba conmigo.
Cuando amaneció, me alegré porque Toby ya no lloraba, pero me sorprendió ver que uno de sus ojos estaba gris, y no de color café como su otro ojo. Ya no tenía mucho tiempo para seguir ayudándolo, porque tenía que ir a la escuela; pero continué orando, recordando las ideas que había leído la noche anterior. Mientras caminaba hacia la escuela y oraba, empecé a notar el hermoso brillo del sol, y las flores con vivos colores de los jardines que estaban a lo largo del camino. Comprendí que representaban la belleza y la armonía de Dios, que se expresan por todas partes. Esta bondad también estaba expresada en Toby.
Todos los días, por alrededor de una semana, continué observando todo lo que representaba la belleza y la armonía de la creación espiritual de Dios, que incluía a Toby como una idea de Dios, espiritual y perfecta. Cada noche veía que el ojo del cachorro se hacía más y más café, hasta que lo gris desapareció.
Toby creció hasta ser un perro grande y hermoso con un pelaje blanco, ondulado y brillante, con manchas negras. Siempre estaba corriendo, ladrando y meneando su larga cola, mientras le brillaban sus grandes ojos de color café.