Al Igual Que Elizabeth Cady Stanton, Mary Baker Eddy fue criada en una familia calvinista a principios del siglo XIX. Años después, ambas relatan incidentes que ocurrieron en su niñez en los que se llegaron a enfermar debido a ciertos elementos de un dogma religioso que enseñaba que Dios era una persona masculina muy estricta y castigadora, que salvaba a unos pocos elegidos y condenaba a los demás. Elizabeth Cady Stanton, Eighty Years and More (Boston: Northeastern University Press, 1993), pág. 43; Eddy, Ret., pág. 13.
Aunque quería mucho a la iglesia a la que asistía desde niña, la Sra. Eddy protestó en contra de la cruel doctrina de la predestinación. Fue por medio de la comprensión de que Dios es un Padre-Madre amoroso, totalmente bueno, que no crea ni permite ningún mal o enfermedad, que ella pudo realizar las curaciones que relatan las Escrituras
Tanto la Sra. Eddy como la Sra. Stanton fueron atraídas por la lógica del cuestionamiento científico. La Sra. Stanton consideraba que la ciencia era el antídoto de lo que ella consideraba dogmas religiosos arbitrarios, y se esforzó por lograr la reforma fuera de la iglesia. La Sra. Eddy, por otro lado, volvió su cuestionamiento científico hacia la reforma de las enseñanzas de la iglesia. Encaró la religión al igual que un científico, con el propósito de comprender, explicar y demostrar mediante la aplicación práctica las leyes que gobiernan la creación. Lo que descubrió hace que ella cumpla una función primordial en la redefinición de la relación que existe entre la ciencia y la religión.
Se concentró en la religión para comprender, explicar y probar la aplicación práctica de las leyes que gobiernan la creación.
¿Se conocían estas dos mujeres?
Como eran figuras públicas durante el mismo período, seguramente conocían sus nombres y tenían conocidos mutuos, pero aparentemente nunca se encontraron personalmente. Tenían una amistad en común, el conocido poeta y abolicionista, John Greenleaf Whittier, a quien la Sra. Eddy sanó de tuberculosis en 1868. Véase Mary Baker Eddy, Pulpit and Press, pág. 54. En 1888, cuando la Sra. Eddy habló en Chicago, la colaboradora de la Sra. Stanton, Susan B. Anthony, estaba presente entre un público de unas cuatro mil personas.Mary Baker Eddy: Christian Healer, pág. 413, nota 9.
Clara Barton, fundadora de la Cruz Roja de los Estados Unidos, fue otra reformadora de ese período que conocía la labor de la Sra. Eddy. En una entrevista publicada en el New York American, casi al final de la vida de ambas mujeres, se dice que la Srta. Barton dijo que ella consideraba que “entre las personas que están hoy con vida, y sin tener en cuenta el sexo, la Sra. Mary Baker Eddy es la persona que ha hecho el bien más grande a la humanidad”. Viola Rodgers, “Christian Science Most Potent Factor in Religious Life, Says Clara Barton”, New York American, Enero 6, 1908, reimpreso en The Christian Science Journal, Febrero de 1908, pág. 696.
(Extracto revisado de The Christian Science Journal [Marzo de 1999].)
