La obra de Mary Baker Eddy ha hecho tanto bien a gran cantidad de gente, que no se puede ignorar su importancia trascendental en la escena de logros humanos.
Esta obra, el descubrimiento y fundación de la Christian Science, como la antorcha de la Estatua de la Libertad, apunta hacia lo alto, señala hacia Dios como el único poder creador y sostenedor. También esta obra ennoblece la naturaleza humana, porque muestra que la mujer y el hombre tienen el derecho divino a regenerarse, a ser saludables y a progresar.
El Heraldo del primer mes del año 2000 celebra la labor de Mary Baker Eddy con una serie de artículos realizados por gente que escribe con un corazón agradecido porque, de un modo u otro, también fueron alcanzados y bendecidos por el poder de Dios, tal como les fue revelado por el Cristo y la Ciencia.
Este número también encara el tema de la percepción física, y cómo tiende a cambiar de acuerdo con los vaivenes del ánimo y del pensamiento humano. Los artículos sobre el tema muestran la estabilidad del sentido espiritual, que proviene de Dios, un sentido en el que siempre podemos confiar para que nos guíe a la verdad de todas las cosas.
Nos da gran placer presentar este número a nuestros apreciados lectores. Esperamos que les sea de utilidad.
Con afecto,
