Gillian Gill es la autora de Mary Baker Eddy, una biografía muy completa sobre la Descubridora y Fundadora de la Christian Science. Hace poco habló en una reunión sobre la necesidad de comprender mejor la vida y el mensaje de la Sra. Eddy. La Dra. Gill obtuvo su Doctorado en la Universidad de Cambridge. Ha enseñado en Wellesley College y en las universidades de Yale y Harvard. (La Dra. Gill no es Científica Cristiana.)
¿Por qué es importante hablar sobre la vida de la Sra. Eddy? ¿Acaso no es más importante transmitir su mensaje?
Eso es justamente lo que ella dijo. En Retrospección e Introspección la Sra. Eddy cuenta muy brevemente su vida. Luego pone su vida en perspectiva y dice en sustancia que los meros hechos de su vida no es lo que importa. Que necesitamos hablar sobre la Christian Science, que necesitamos ir más allá de la persona, más allá del cuerpo, de los detalles triviales de su vida. Que ella quiere hablar de su mensaje.
La Sra. Eddy llega a tener prominencia nacional a una edad relativamente avanzada, y halla que es el foco de atención. Por supuesto que de alguna manera eso era lo que ella estaba buscando. Quería dar a conocer su mensaje, pero la gente prestaba mucha atención a su vida. Ella no quería eso, pero no lo podía evitar. Entonces cuando escribe Retrospección e Introspección, trata de aclarar que esa necesidad de que la gente sepa lo que ella sentía, era lo menos importante. Pero no lo logra.
Cuando comencé mi investigación, leí toda la literatura publicada sobre la Sra. Eddy, la mayoría de la cual la critica bastante, y a menudo con saña. Así comencé a ver que principalmente la Christian Science era atacada a través de la personalidad de su Guía.
Se trataba de obstruir su mensaje, y pienso que esto se sigue haciendo, y que a menos que tengamos una clara percepción de lo que ella realmente era e hizo, estaremos siempre lidiando con conceptos a medias, con falsas interpretaciones, con “hechos” presentados por otra gente.
La Christian Science de la Sra. Eddy de inmediato fue percibida por sus contemporáneos como un desafío al orden establecido. La idea que la gente tenía de la santidad y del liderazgo religioso, se aunaba a la creencia que se tenía de que las mujeres no debían ocupar puestos de importancia. Claro que había líderes femeninos en algunos grupos protestantes, como los cuáqueros y los shakers, pero en número muy pero muy reducido. Las religiones principales tenían a las mujeres en la congregación y a los hombres en los cargos jerárquicos, y la Sra. Eddy cambió eso en su Iglesia.
Todo esto representó un verdadero desafío, y la mayoría de la gente lo consideró revolucionario y radical, por eso la atacaron. Al desafiar a la religión establecida, manejada por hombres, con el simple hecho de ser mujer, estaba provocando todos esos problemas. Y luego, comienza a atraer feligreses de otras iglesias, atraidos por la Christian Science.
Esto se sumó también a su cuestionamiento del sistema de medicina establecido. Entonces la conmoción que provocó produjo oposición y esa oposición se cristalizó más contra su persona que contra lo que ella decía, que por lo general no era leído, no era leído correctamente, o era deliberadamente malinterpretado.
Esa imagen negativa de la Sra. Eddy continúa circulando hoy en día. Mucha gente que escribe libros no hacen su investigación en la fuente original, sino que recurren a biografías ya existentes, y a menudo usan las que presentan a la Sra. Eddy negativamente.
¿Qué opina de su educación?
Georgine Milmine, en una biografía negativa e imprecisa, afirma que la Sra. Eddy no tenía estudios. Ridiculiza lo que la Sra. Eddy dice acerca de haber asistido a la Academia Sanborton, y que su hermano, que estudió en Darmouth, le dio instrucción cuando estaba de vacaciones en casa. Milmine dice básicamente que la Sra. Eddy está mintiendo.
Ése es el ataque de Milmine, quien afirma que entrevistó a “docenas” de personas que conocieron a la Sra. Eddy de niña. Resulta que Milmine tenía el testimonio de una o dos compañeras de escuela de la Sra. Eddy, mujeres que se ofrecieron voluntariamente a criticar la Christian Science, y que tenían recuerdos muy negativos de la Sra. Eddy. Sus relatos fueron aún más distorsionados —y esto está documentado— por la manera en que fueron hechas las preguntas, para causar más daño.
Es un hecho que Willa Cather fue la autora de la biografía de Milmine, pero el silencio de Cather al respecto, sus negativas públicas en las que insiste en que lo único que hizo fue copiar y revisar, me indica que éste fue un trabajo en el que no quería que figurara su nombre. Asimismo, es muy importante tener en cuenta que este libro fue escrito por una literata destacada, como fue Willa Cather, porque era alguien con verdadero talento para poner los personajes en papel y para contar una historia. Como una obra de ficción, el libro es bueno, pero lo lamentable es que habla de una mujer de verdad, y relata una historia que no es cierta.
Hay que recordar que en la época de la Sra. Eddy, las escuelas de teología estaban reservadas básicamente para los hombres...
Además, tenemos el tema de la autoridad de la mujer como líder religioso. ¿Acaso es necesario tener un título en teología, o tener estudios en religión, o una licenciatura o doctorado en teología, para poder hablar como líder religioso?
En cierto sentido hoy en día es mucho más difícil comprender la educación que tenía la Sra. Eddy y su importancia para tener autoridad religiosa, porque todos tenemos mucha más facilidad para capacitarnos. Hay que recordar que en la época de la Sra. Eddy, las escuelas de teología estaban reservadas básicamente para los hombres, y si uno de los requisitos claves para hacer declaraciones teológicas y establecerse como líder religioso, era tener una educación clásica, como un diploma, y luego tal vez una licenciatura en teología, ninguna mujer estadounidense podía hacerlo. No podían hacerlo porque no les estaba permitido.
Entonces, ¿tenemos que aceptar la premisa de que para poder hablar con autoridad, ella tendría que haber recibido una educación académica? Personalmente, yo no acepto esta premisa.
¿Cómo era el sistema educativo en los años 1830 y 1840, cuando ella tendría que haber ido a la escuela? La Sra. Eddy no se hizo famosa sino hasta el 1900. Todo el sistema educativo había cambiado para entonces, las hipótesis de sus críticos sobre lo que una mujer debía o podía hacer, no concordaban con la historia. Habían olvidado cómo habían sido las cosas en la época de ella.
La Sra. Eddy era una pensadora original —eso tenía sus pros y sus contras— pero su falta de educación académica es probable que le haya dado la libertad que necesitaba para hacer lo que hizo. Ella dice: Yo no estoy preparada formalmente para esto; pero lo voy a hacer de todos modos. Ésta es la única manera en que puedo divulgar mi mensaje, y eso es lo que necesito hacer. Y ella así lo hace.
