Hace ciento veinticinco años, Mary Baker Eddy sólo tenía unos pocos alumnos, a quienes enseñaba su método de curación espiritual. Los instaba a que salieran a sanar a otros, y a vender su libro. Si bien con el tiempo organizó una iglesia y estableció una compañía editorial para llevar adelante estas actividades, la responsabilidad de cada uno de sus alumnos siguió siendo la misma. Los instruía continuamente para que sanaran y respondieran a la demanda de Ciencia y Salud que manifestaba el público. Hoy en día, mucha gente que ama Ciencia y Salud sigue los pasos de aquellos primeros estudiantes.
"En febrero de 1889 fui aceptado en la septuagésima clase de la Sra. Eddy. Esta fue la Clase Primaria de Marzo a que hace referencia Escritos Misceláneos (pág. 279). Justo antes de salir de la clase, otro alumno me preguntó si podía pasar por Piqua, Ohio, para ver a un paciente que hacía tiempo que él estaba tratando... Fui y decidí quedarme allí un tiempo... Durante el año que permanecí en Piqua, vendí más de trescientos ejemplares de Ciencia y Salud, sanaron completamente dos casos de cáncer, una mujer que hacía varios años que sufría de ceguera, sanó completamente; sané un caso de tuberculosis; también sané a una mujer que había sufrido mucho, además de quedar semi inválida por cuatro años después del nacimiento de su último hijo, vino y recibió un tratamiento, y antes de llegar a su casa se dio cuenta de que estaba totalmente sana".
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