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Viaje a las estrellas

Entrevista

Del número de diciembre de 2000 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


es un productor de cine inglés. Su película Viaje a las Estrellas fue el primer filme que, desde el punto de vista de la astronomía, presentó datos precisos sobre el universo. Fue visto por más de siete millones de visitantes, en la Feria Mundial de Seattle en 1962.

Wilson se dedica a hacer películas de dibujos animados. Estudió en la Escuela Harrow de Bellas Artes y en la Universidad Real de Bellas Artes en Londres, antes de aceptar un puesto como dibujante de dibujos animados de la organización J. Arthur Rank. En 1950, cruzó el Atlántico para unirse a Walt Disney Productions en Hollywood, trabajando como dibujante ayudante, diseñador y redactor de historias de películas como Peter Pan, La dama y el vagabundo, y Toot, Whistle, Plunk and Boom, película premiada por la Academia de Artes de Hollywood.

Después de trabajar para Walt Disney, Wilson formó su propia compañía de películas, Fine Arts Productions. Uno de sus primeros proyectos fue la primera película musical de dibujos animados para televisión, Petrouchka, para la cual el compositor Igor Stravinsky adaptó y condujo su propia composición.

Posteriormente, Wilson produjo y dirigió la obra musical de Broadway Shinbone Alley, con las voces de Carol Channing, Eddie Bracken y John Carradine.

Actualmente está realizando una película musical, Woodland Symphony, en la que presenta especies en peligro de extinción de una región de Inglaterra, tal como el ruiseñor, la alondra y el gorrión.

Hace poco, Wilson estuvo de acuerdo en abandonar su escritorio de animación por un rato para charlar con nosotros sobre su carrera en esta rama tan innovadora del mundo del espectáculo (show biz).

Verdaderas recompensas

Dice que su lema siempre ha sido: "'Si lo puedes pensar, lo puedes animar'. He descubierto que la animación es el medio más importante para dar a conocer nuevas ideas y combinar distintas formas de arte. ¡Lo llena a uno de satisfacción! Y también satisface mi deseo de compartir verdades perdurables con gente de todas partes".

El Sr. Wilson asiste a la iglesia con regularidad y siempre recurre a Dios en busca de ayuda cuando emprende nuevos proyectos. "Cada vez que hago una película", dice, "oro para tener iluminación espiritual. No paro hasta que he desarrollado todas las ideas y las he llevado al papel. Hasta que las animé, pinté y fotografié, con tal cuidado y definición, que el filme se va desarrollando naturalmente, y el público puede responder fácilmente al humor, la alegría y la historia.

"Para mí, una película de dibujos animados es la cosa más cercana al pensamiento objetivizado y puesto en movimiento. Lo que comienza como una idea en un guión, se transforma en la pantalla en una fantasía palpable y colorida que todos pueden ver. He descubierto que cuanto más oro para ser receptivo a las ideas espirituales, mejor resulta la producción. Gradualmente, estas ideas espirituales toman forma, sustancia y color, pero sin sus limitaciones materiales.

"La vida es un poco como una película de dibujos animados, de veinticuatro cuadros por segundo, que puede estar sujeta a cambios radicales", continúa Wilson. "El director puede decidir cómo reacciona el personaje a una situación dada, o si debe estar ahí o no. Tal vez, comparado con el resto de la película, la situación sea demasiado agresiva, rápida o lenta.

"En nuestra vida, lo sepamos o no, cada uno de nosotros, cada día, actúa de acuerdo con lo que ha escrito en el guión de su vida. Tratamos de ser directores y dictar lo que hacemos con nuestra experiencia; con el personaje, la dirección, el color y su significado. Pero la oración pone nuestro pensamiento en línea con las leyes de Dios, y nos da una visión clara de quiénes somos y a dónde pertenecemos. En este contexto, el 'guión' ya no está sujeto a la manipulación humana, sino únicamente a la manifestación del orden, la belleza, la satisfación, el amor y la alegría de Dios".

Era Espacial

En 1960, al comienzo de la Era Espacial, antes de que los hombres orbitaran la tierra, la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio), solicitó a la compañía de John Wilson que hiciera una película de dibujos en cinerama. El filme se iba a transmitir en la Feria Mundial de Seattle para dar a conocer al público los viajes espaciales. Se llamó Viaje a las Estrellas, y se trataba de un viaje a través del espacio, hasta los límites más lejanos del universo. En aquella época, se suponía que el espacio era un ambiente frío y sin vida.

"Cuando planeamos la película", explica Wilson, "yo sabía que debía orar para comprender la dirección de Dios, y aplicar las leyes espirituales a cada faceta de la producción. Me hice esta pregunta: '¿Por qué hemos sido elegidos para hacer esta película?' Me vino la siguiente respuesta: 'Para expresar la belleza, grandeza y orden del universo de Dios'. ¿Cómo íbamos a hacer una película que nunca antes se había intentado hacer? La siguiente respuesta surgió muy fácilmente también: 'Teniendo confianza en la omnisciencia de Dios, lo que eliminará el temor a no tener el conocimiento necesario, aunque, para el sentido humano, el conocimiento sea bastante incompleto'.

"Llevamos a cabo este proyecto con mucha alegría. Inventamos la forma de filmar galaxias y planetas, con técnicas especiales para detener las escenas. Aplicando la teoría de Albert Einstein, pudimos viajar más rápido que la velocidad de la luz. Todos los artistas, el equipo de construcción y los ingenieros trabajamos de unánime acuerdo. Todo el equipo de producción mostró mucha paciencia y cooperación, así como el equipo de proyección, que tuvo que presentar este sistema único.

"Debo agregar que aunque habíamos acordado quedar bien con un público tan diverso, evitando mencionar la palabra Dios, pudimos plantear la pregunta como Einstein lo hizo: '¿No es acaso concebible que este universo tan vasto esté gobernado por cierta ley inteligente?' Durante la presentación, cuando la nave alcanza el punto más alejado de las galaxias, le pedimos al público que mirara los billones de estrellas y encontrara el camino de vuelta al planeta Tierra.

"La película superó holgadamente nuestras expectativas", recuerda Wilson. "Millones de personas la vieron y recibimos una medalla de la Nasa por nuestra labor. Hizo que cambiara la percepción general de nuestro universo y pudimos dejar a la gente con la agradable impresión de que habitamos un universo benévolo, no un espacio frío y hostil. Ante todo, queríamos que los datos científicos que presentábamos fueran precisos y que a la vez fuera una buena producción. Fue una de las tantas veces en mi carrera, que tuve que caminar en la cuerda floja, entre la ciencia y la producción de películas.

"Esto ocurrió hace más de treinta años", agrega Wilson con una sonrisa. "Hoy, la NASA tiene un departamento especial dedicado a la búsqueda de inteligencia extraterrestre: el Instituto SETI en Palo Alto, California, EUA.

"El uso práctico de la oración durante aquel proyecto, me convenció a mí, y a muchos otros miembros de nuestro equipo, de que la realidad espiritual, cuando se comprende correctamente, reemplaza la duda, el temor, la confusión y la falta de conocimiento. Demostrar algo es todo un desafío. Pero allí está, esperando que lo descubramos. Las recompensas son permanentes y lo hacen sentir a uno realizado".

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