Niño. Alegría. Luces. Todo esto forma parte de las fiestas de diciembre.
¿Es verdad, entonces, que como dice una canción francesa, “vivimos los unos con los otros... pero al final nos damos cuenta de que estamos solos en el mundo”?
¿Por qué nos resulta a veces tan difícil estar solos? ¿Acaso es porque sentimos que no es normal estar solos y necesitamos siempre tener a alguien con nosotros? Tal vez pensamos que necesitamos la compañía de una presencia física, que se pueda ver y oír. Sin embargo, la televisión, que podemos oír y ver, no satisface bien esa necesidad. Y nos podemos sentir solos aun en medio de una multitud.
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