Marilyn Resultó ser un inolvidable en la representación de Navidad de nuestra escuela para niñas. La verdad es que nadie más en nuestra clase de cuarto grado quería representar a José. No tenía nada que decir y permaneció de pie en el fondo todo el tiempo. Pero Marilyn hizo que su papel cobrara vida. Ella realmente entendía a José. El tierno cuidado que le prodigaba a María, su admiración al ver al niño Jesús, la tremenda protección que le brindaba a su nueva y pequeña familia. La historia del Nacimiento era algo nuevo para Marilyn, que no era cristiana. No obstante, la naturaleza tan gentil y leal de José, le llegó al fondo del corazón.
En la vida real, el papel de José no debe haber sido nada fácil. Véase Mateo 1:18–25. No debe haber sido fácil descubrir que la mujer con la que se estaba por casar, de pronto y misteriosamente, estaba encinta. No debe haber sido nada fácil decidir si debía abandonar a esta mujer, o permitir que la mataran a pedradas, como lo requería la ley antiguamente.
Tampoco debe haber sido fácil para José aceptar lo que el ángel Gabriel le dijo posteriormente en un sueño: que el bebé de María había sido concebido... "por el Espíritu Santo", que no debía abandonarla, y que debía criar al niño como si fuera su propio hijo, y ponerle de nombre "Jesús", o Salvador, ya que este niño sería el Mesías tan esperado, el Salvador del Mundo.
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