Del Caribe, un oyente del programa radial del Heraldo nos escribe:
“Al oír su mensaje de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, el libro escrito por Mary Baker Eddy, me afianzo en las promesas de nuestro Señor para Sus hijos, y veo en los testimonios lo que el Dios y Padre de todos ha hecho a través de su ministerio.
“Mi hermana, hace unas semanas tenía un flemón en la cara. Al aceptar con fe que el Señor la curaría y que estaría bien, no recurrió al médico ni a medicina alguna. Al levantarse al siguiente día, de haber tenido el rostro inflamado, ya estaba bien; y su rostro volvió a la normalidad, dándole muchas gracias a Dios por Su sanidad divina.
“Esta curación ocurrió porque habíamos oído su programa, donde... nos enseñaron a... apropiarnos de las verdades divinas que nuestro Señor nos enseñó”.
El Heraldo recibe a menudo cartas como ésta, donde quedan registrados momentos preciosos en la vida de la gente. Y en muchas de estas cartas nos escriben que han sido bendecidos por la lectura, o por haber oído pasajes, de Ciencia y Salud.
Desde que fue publicado por primera vez en 1875, las ideas en Ciencia y Salud han venido sanando a los que lo estudian, y en los últimos 90 años se ha mantenido como uno de los libros de mayor venta. Pero aun hoy, todavía hay mucha gente en todo el mundo que sabe poco o nada sobre su autora.
Sin embargo, Mary Baker Eddy alcanzó un alto nivel de reconocimiento en su época como sanadora cristiana, como autora y editora, como mujer de negocios, y como teóloga y reformadora. Asimismo, su interés abarcaba temas de educación, periodismo, medicina, espiritualidad, incluso cuestiones relacionadas con la familia y la comunidad.
Además, a partir de su descubrimiento de la Christian Science en 1866, las lecciones prácticas que aprendió de la labor de Cristo Jesús la sacaron de un estado de pobreza y enfermedad, y la llevaron a fundar una Iglesia y a lanzar cinco publicaciones periódicas de alcance internacional, incluso el renombrado diario The Christian Science Monitor, que ganado 6 premios Pulitzer.
El efecto benéfico que han tenido los escritos de Mary Baker Eddy en la vida de miles de lectores es un hecho probado. Y la inspiración que puede traernos el llegar a ver más en detalle su obra, es como una puerta abierta de inmensas posibilidades para todos los que buscamos apoyo en Dios.
Y muy pronto podremos comenzar a ver la vida y obra de Mary Baker Eddy más de cerca. Porque se acaba de establecer La Biblioteca de Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad. Esta Biblioteca permitirá, como una lente que aumenta y resalta el objeto de observación, que podamos examinar en minucioso detalle los diferentes aspectos de su obra.
Gobernada por un cuerpo fideicomisario designado por La Junta Directiva de la Christian Science, ésta tiene la siguiente misión:
“La Biblioteca de Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad tiene el propósito de promover la búsqueda universal deespiritualidad y la ciencia del ser —y su efecto en la salud y el progreso humano”.
Esta Biblioteca, que estará en el predio del Centro de la Christian Science, con entrada por la avenida Massachusetts, contendrá unas 500.000 páginas de documentos y escritos, alrededor de 14.000 fotografías, y unos 7.000 objetos históricos sobre la vida y época de Mary Baker Eddy. El público tendrá acceso a la Biblioteca personal de la Sra. Eddy que consta de notas, correspondencia, diarios, manuscritos, y demás material. Tres casas de la zona de Boston, donde vivió la Sra. Eddy, asimismo estarán bajo la jurisdicción de la Biblioteca.
La Biblioteca estará ubicada en el edificio de la Casa Editora, cuya remodelación ya ha comenzado. Finalmente la Biblioteca abrirá sus puertas al público el 3 de junio del 2002.
Pero también la gente de todo el mundo podrá tener acceso a la Biblioteca de Mary Baker Eddy. Alredador de mayo del 2001 se lanzará en la Web el sitio marybakereddy.org, donde se podrá ver parte de la colección, incluso parte del material inédito
De modo que muy pronto el público en general tendrá mayor acceso a la historia de la vida y obra de Mary Baker Eddy, que hoy sigue bendiciendo y sanando a todos los que abren su corazón a Dios.