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Del número de noviembre de 2002 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La promesa de la Iglesia de Mary Baker Eddy

Con la publicación de Ciencia y Salud “se lanzó la revolución más trascendental e importante en la historia del pensamiento del mundo desde la época del Nazareno”. Julia Michael Johnston, Mary Baker Eddy: Her Mission and Triumph (Boston,: The Christian Science Publishing Society), pág. 65. Ahora volvamos a 1875, cuando comenzó esta revolución trascendental.

Al sentir esa revolución en el pensamiento la gente comenzó a sanarse leyendo Ciencia y Salud. En 1879, un pequeño grupo de personas organizaron los primeros servicios religiosos en la Iglesia de Cristo, Científico.

En 1881, seis años después de la publicación de su libro, la Sra. Eddy abre el Colegio Metafísico de Massachussets, donde se podía aprender a sanar, basándose en el sistema que presenta Ciencia y Salud. Entonces la gente comenzó a tener preguntas y a escribir a la autora, a su colegio o a su Iglesia. Con tantas preguntas por responder, se vio la necesidad de tener un vehículo que pudiera responderlas más en detalle. De modo que en 1883 ella lanza The Christian Science Journal. Como ella dice, el Journal es de los Científicos Cristianos para el mundo.

Las preguntas llegan a los Científicos Cristianos y es de este grupo que provienen las respuestas. De manera que tenemos un libro, Ciencia y Salud, y el Journal. Ahora bien ¿dónde se pueden comprar? En la época en que se publicó Ciencia y Salud era común que los editores tuvieran salas de lectura, donde la gente podía leer y comprar publicaciones.

Ella creó los medios necesarios para hablar...

La Sra. Eddy es la editora de un libro y una revista mensual. Entonces, en 1888, ella inaugura la primera Sala de Lectura de la Christian Science, en el Hotel Boylston en Boston; otra respuesta que permitió que el público tuviera fácil acceso a su libro e ideas.

Ciencia y Salud: la 50° Edición

Al año siguiente, la Sra. Eddy da un paso que sorprende a sus estudiantes, cierra el colegio cuando estaba en su apogeo. Ella lo explica de esta manera: “Deseo revisar mi libro ‘Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras’, y para hacerlo debo dejar de enseñar por el momento. Si dejara de hacer el trabajo que debe llevarse a cabo fuera del Colegio y al cual Dios me llama, podría retardar el progreso de nuestra Causa más de lo que mis enseñanzas podrían promoverlo: por tanto lo dejo todo por Cristo”.Escritos Misceláneos, 1888—1896, pág. 274.

Durante los siguientes dos años, la Sra. Eddy dedica todo su tiempo a revisar Ciencia y Salud, al cabo de los cuales publica la quincuagésima edición que constituye un hito. Ella dice que cuando lo terminó, Dios le gritó en sus oídos: “Dáselo de inmediato a la gente”. L02264, carta a William G. Nixon, 18 de diciembre de 1890. Al escribir la 50° edición uno puede ver que ella aclaró uno serie de puntos metafísicos en el texto. Esa edición fue publicada en 1891.

Estructura de la Iglesia

De 1890 a 1895, ella reorganiza sustancialmente su Iglesia haciendo que La Junta Directiva de la Christian Science se haga responsable de los asuntos de la misma. Ordena la Biblia y Ciencia y Salud como su Pastor. Establece las Lecciones Sermón, y una Escuela Dominical para niños. Y en 1895 nos da el Manual de la Iglesia.

Para entonces la Sra. Eddy es muy conocida y cada vez más gente lee Ciencia y Salud. Hay mucho interés y mucha discusión sobre la Christian Science.

En la segunda mitad de la década de 1890, ella agrega algunas de las actividades que responden al interés del público.

En 1897, escribe a la iglesia en Concord, New Hampshire: “Desde el interior de África hasta los confines de la tierra los enfermos y los que sienten nostalgia por el cielo, o los corazones hambrientos, están pidiéndome ayuda, y yo los estoy ayudando. Vosotros me necesitáis menos que ellos, y ya no debéis esperar que yo haga vuestro trabajo pionero en esta ciudad”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 147.

...sobre los temas que interesan al público.

Incluso en el 2002, todos tenemos trabajo pionero que realizar.

En 1898, ella establece el Cuerpo de Conferenciantes para hablar sobre los temas que más estén en el pensamiento del público; el Comité de Publicación para tratar con los medios de comunicación, y el Christian Science Sentinel, el cual incluye artículos y testimonios que ilustran lo práctico que es Ciencia y Salud. Todos estos son vehículos para conectar a un público cada vez más amplio con el mensaje de Ciencia y Salud.

En 1903, ella comienza el primer Heraldo de la Christian Science, para los buscadores de habla alemana. Y en 1904, se hace cargo de otro público específico, la comunidad académica, y establece las organizaciones de la Christian Science.

Durante ese período, la Sra. Eddy agrega el capítulo de “Los frutos de la Ciencia Cristiana” a Ciencia y Salud, según explica: “para que el lector se cerciore y le sirvan de aliento”.Ciencia y Salud, pág. 600.

En 1908, ella responde a un público aún más grande con The Christian Science Monitor, cuyo propósito es “difundir indivisa la Ciencia que opera inagotablemente”.Miscellany, pág. 353. Y en 1910 autoriza la primera traducción de Ciencia y Salud al alemán, que fue publicada en 1912.

Cada elemento del designio de la Iglesia de la Sra. Eddy es una respuesta, primero a Dios y luego al individuo y a la comunidad. Ella responde a ese anhelo espiritual.

Estas herramientas — las Salas de Lecturas, las conferencias, las publicaciones periódicas, y otras — nos permiten responder al buscador espiritual con el mensaje de Ciencia y Salud.

La Sra. Eddy dice: “El descubrimiento y la fundación de la Ciencia Cristiana me han costado más de treinta años de incesante trabajo e inquietudes; pero, comparados con la alegría de saber que el pecador y el enfermo son así ayudados, y que el tiempo y la eternidad testifican de este don de Dios a la humanidad, yo soy la deudora”.Esc. Mis., pág. 382.

Ciencia y Salud: El Consolador le habla al corazón de cada uno de nosotros

Durante la Asamblea Anual 2002 y Simposio nuevos lectores contaron sus experiencias al leer Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. Los 33 nuevos lectores de todas partes del mundo eran o son actualmente profesionales en el campo de la medicina, sanadores holísticos, miembros del clero y estudiantes universitarios, que buscaban espiritualidad, y durante el simposio hablaron desde el fondo de su corazón sobre cómo encontraron el libro y qué ha significado para ellos. Nos da mucho gusto publicar algunos de ellos en este número.

Hace siete años, tenía preguntas acerca de la naturaleza y el significado de la vida. Sentía coraje de cualquier cosa y a veces me portaba un poco agresivamente. Fue mi hermana quien primero me habló de Ciencia y Salud, y esto fue el inicio de una cadena para compartir el libro. Al principio estaba intrigado porque parecía que Ciencia y Salud tenía buenas respuestas a los problemas de la vida. Casi tan pronto como empecé a leer el libro sentí como si una neblina se hubiera despejado y mi vida se aclarara. He tenido muchas oportunidades de compartir el libro con mis colegas, amigos y familiares. Yo soy ahora parte de la cadena que comparte Ciencia y Salud.


Hace siete años mi vida dio un vuelco completo. Pero en el buen sentido. Dejé de fumar marihuana y abandoné mi círculo de amigos. Me sentí muy liberado, y todo se debió a la lectura de un libro que me habían dado, Ciencia y Salud. Sentí como que había encontrado el mapa para llegar al cielo. Era estudiante de derecho y la lógica del libro me atrajo mucho. Me gustaba el hecho de que hubiera leyes que había que aplicar y poner en práctica. Terminé cambiando de profesión. Pasé de practicar derecho a ser practicista de la Christian Science. A menudo comparto el libro con amigos y conocidos y distribuimos muchos ejemplares de Ciencia y Salud en la oficina que tengo con otros practicistas.


Leí Ciencia y Salud por primera vez en 1997. Desde entonces he tenido una curación maravillosa de una condición que me diagnosticaron como deficiencia de la tiroides para la que tuve que tomar medicación diaria desde que tenía 19 años. Mi hija también fue sanada de una lesión en la rodilla después de que le dijeron que nunca más podría correr o jugar deportes. Además, he sanado la relación tan difícil que tenía con mis padres. Ahora somos muy unidos. Nunca pensé que eso ocurriría.


Antes de encontrar Ciencia y Salud yo era el pastor de una iglesia cristiana. Me enteré de la existencia del libro gracias a mi cuñada. La primera vez que lo leí se producían curaciones constantemente. Yo estaba entusiasmadísimo con las ideas. Sentía que me podía identificar con Mary Baker Eddy y su constante búsqueda por comprender la verdad más profunda y rica del Cristo. Comencé a estudiarlo y a usar las ideas del libro cuando predicaba a mi congregación. Llegó un momento en que me sentía tan seguro de que esto era la verdad, que le dije a mi iglesia que renunciaba a mi puesto como pastor. La congregación decidió que ellos querían estudiar Ciencia y Salud junto conmigo. Ahora somos una Sociedad de la Christian Science. En mi comunidad ahora me conocen como Científico Cristiano, y soy un practicista que se anuncia en The Christian Science Journal.


Mi búsqueda espiritual comenzó hace años. En aquella época, yo era terapeuta y trabajaba en una rama de la medicina alternativa. Me sentía abandonada debido a un divorcio y paralizada por el temor por mis hijos, y sentía temor de la soledad. Una amiga me presentó a un practicista de la Christian Science. Muy pronto compré el libro en una Sala de Lectura de la Christian Science. Cuando empecé a leerlo, en lo profundo de mí se sentía como que ya conocía esto. Fue como haberme encontrado con un amigo a quien hacía mucho tiempo que no veía. Muchas cosas cambiaron en mi vida después de que comencé a leer Ciencia y Salud. Sané de la sensación de rechazo y resentimiento debido al divorcio. Aunque ya había alcanzado cierto estatus y reputación como terapeuta, decidí dedicarme a ser practicista de la Christian Science. He tenido el privilegio y la oportunidad de compartir Ciencia y Salud con muchas personas, entre ellas algunos de mis antiguos pacientes.


Mi mamá me dio un ejemplar de Ciencia y Salud junto con una Biblia y el Cuaderno Trimestral de la Christian Science — Lecciones Bíblicas Semanales, cuando yo estaba teniendo problemas en mi matrimonio. Me pareció muy hermoso pero difícil de comprender; entonces lo puse en un estante y allí se quedó. Pocos años después me separé de mi esposo y caí en una profunda depresión. Parecía como que mi interminable búsqueda de amor nunca sería satisfecha en esta tierra. Razoné que sólo encontraría amor y paz del otro lado, después de la muerte. Comencé a planear cuidadosamente mi suicidio. Esto fue en 1995.

Cuando tomé la decisión de quitarme la vida, de pronto sentí un fuerte deseo de leer el ejemplar de Ciencia y Salud que había estado juntando polvo en mi estante por tantos años. Al comenzar a estudiar el libro junto con la Lección Bíblica, todo lo que leía tenía sentido. Fue como si hubieran encendido una luz y yo entendiera todo. Nací de nuevo. Las tendencias suicidas desaparecieron, así como el deseo de fumar y tomar alcohol.

Dios me dio mi vida. Aprendí que Dios es la única vida. Es enorme la gratitud que le debo a nuestro Padre-Madre.


Yo soy originalmente de la antigua Unión Soviética, pero ahora vivo en Toronto, Canadá. Fui médico especialista en neurología en Ucrania durante nueve años. Después de leer un Christian Science Sentinel, noté que mencionaba que una Sala de Lectura de la Christian Science es un lugar donde se puede aprender más sobre la curación y la espiritualidad, de modo que busqué una. Cuando entré, la Bibliotecaria fue muy firme en todo lo que me dijo. Al término de nuestra conversación, le pregunté: “Entonces, ¿qué quiere que haga ahora?” Me dijo: “Deme ahora los 15 dólares que cuesta Ciencia y Salud”. Le pregunté si me devolvería el dinero si no me gustaba el libro, y ella me respondió que lo haría si se lo devolvía en buenas condiciones. Bien, la compra de ese libro fue la mejor inversión de mi vida. Hoy soy enfermero de la Christian Science. Mi vida ha cambiado 180 grados multiplicado por 1.000, gracias a lo que he leído en Ciencia y Salud.


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