Cambiar su Volkswagen y su confortable colchón en un lindo barrio de los Estados Unidos, por una bicicleta y una cama de bambú en una zona rural de África Occidental, no fue nada fácil para Justin. Pero unos meses antes de graduarse de la universidad en el año 2002, él comenzó a pensar qué le gustaría hacer. Estaba listo para tener una aventura, y deseaba trabajar en una organización que desarrollara actividades a nivel internacional, de modo que decidió poner verdaderamente a prueba su fe, y se unió al Cuerpo de Paz.
“Estoy aquí para ayudar a desarrollar Gambia, pero la verdad es que el que se está desarrollando soy yo mismo”. — Justin
Para Justin no fue nada fácil dar este paso, y tampoco para sus padres, quienes sabían que lo podían asignar a un área remota donde sería difícil comunicarse con él, para no mencionar su preocupación por su seguridad.
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