EN AÑOS RECIENTES, se ha observado el creciente deseo de recurrir a cierta forma de pensar, actuar y razonar. Algunas personas aspiran a tener una vida más simple y tranquila. Muchos lo definen como una creencia en un poder más allá de uno mismo, aunque no estén hablando necesariamente del Dios de la religión tradicional. Otros lo describen como admiración y asombro por el universo. Se trata de una exploración de la espiritualidad.
La gente está descubriendo que la espiritualidad no es para unos pocos, sino que todos la poseen y se pueden beneficiar cultivando su propia e inherente espiritualidad. De hecho, este enfoque ha demostrado ser muy eficaz para encontrar soluciones a todo tipo de preocupaciones: desde la pérdida de relaciones, pasando por el terrorismo, la añoranza por el hogar, el escepticismo, la guerra e incluso la enfermedad.
Si bien la búsqueda de espiritualidad no es nada nuevo, vale la pena hacer notar la intensidad que ha alcanzado hoy en día. Es más, la tendencia de interesarse vivamente en la espiritualidad y hablar de ella, aumenta considerablemente en el ámbito universitario. Desde los alumnos que acaban de ingresar, hasta los profesores numerarios, pasando por todos los que están entre ellos, sienten que la vida universitaria les ofrece una atmósfera donde se expande la comprensión y se exploran y debaten con entusiasmo nuevas ideas.
El descubrimiento espiritual se da en el ámbito universitario de muchas maneras diferentes, algunas veces en grupos, otras, entre individuos. Para los lectores de Ciencia y Salud, las organizaciones de la Christian Science (OCS), brindan un ambiente ideal para explorar conceptos espirituales y llegar al corazón de la espiritualidad. Los miembros de una OCS integrada por profesores, instructores y estudiantes universitarios, comparten la necesidad de espiritualidad y se plantean las mismas preguntas acerca de la vida que los demás.
La originalidad de su enfoque consiste en que recurren a un libro, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Aunque este libro fue publicado por primera vez en 1875, su mensaje de que el Amor divino está muy cerca es poderoso e importante en todas partes, en la clase de biología, durante la época de exámenes, cuando se está solo mientras todos los demás parecen tener con quién salir, y en la cafetería, cuando se está con amigos.
Teniendo en mente el ansia por la espiritualidad, es muy natural que las organizaciones de la Christian Science y los lectores de Ciencia y Salud, estén encantados de compartirlo con los demás. Con frecuencia, los miembros de una OCS auspician debates sobre la espiritualidad.
Hace poco, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés), tres integrantes de una OCS y un conferenciante de la Christian Science organizaron un debate sobre el siguiente tema: “Pregunta: ¿Hay una ciencia para la espiritualidad?” La base de este debate fue Ciencia y Salud. Al concluir, quince personas que conocieron el libro esa noche solicitaron su propio ejemplar. Tiempo después, un estudiante premédico se acercó a uno de los miembros de la organización y le dijo: “Gracias una vez más por invitarme a la charla. Estas últimas semanas he estado pensando acerca de los objetivos del debate y sus puntos específicos. Es una forma diferente de pensar y ha provocado charlas muy interesantes con mis amigos. Estoy ansioso por salir al mundo y aplicar algunas de las ideas que he aprendido”. La OCS consideró que compartir el libro era una respuesta a las preguntas sobre espiritualidad que sus compañeros estudiantes y los profesores ya estaban debatiendo. El enfoque consistió en poner en práctica las ideas de Ciencia y Salud.
A veces, una charla entre dos personas puede revelar el anhelo de conocer más acerca de Dios. Jason Prziborowski, un alumno recientemente graduado de la Universidad de Principia, un día estaba conversando acerca de Dios con un amigo. “Mi amigo pensaba que no tenía sentido que Dios fuese un Dios al que había que temerle, pensaba en cambio que Él debía ser del todo amoroso”. Jason se dio cuenta de que Ciencia y Salud podía corroborar lo que su amigo sentía. “Tengo el libro perfecto para ti”, le dijo con entusiasmo. A la semana siguiente, el amigo de Jason había leído el primer capítulo de Ciencia y Salud, titulado: “La oración”. Le gustó porque, según dijo Jason, decía que la oración consistía más en demostrar y vivir la espiritualidad que en tan sólo repetir palabras. Al igual que los que asistieron al debate en el MIT, el amigo de Jason ya estaba pensando en ideas espirituales y ansiaba saber más acerca de ellas. Ofrecerle Ciencia y Salud fue la respuesta natural.
Después de orar para saber cómo responder a las necesidades espirituales de su comunidad, la OCS en la Universidad de Kinshasa, República Democrática del Congo, decidió auspiciar un stand promoviendo Ciencia y Salud en una conferencia sobre el Desarrollo, de una semana de duración. Nuevos lectores se llevaron cientos de ejemplares de Ciencia y Salud, y más de 200 personas se reunieron para escuchar la conferencia de la Christian Science que ofrecía una perspectiva espiritual sobre la Juventud y el Desarrollo. La OCS ahora está organizando cada semana un grupo de discusión sobre el libro para los nuevos lectores de Ciencia y Salud que asistieron al evento.
Gianluca Radivo, estudiante de la Universidad Estatal de Bicocca en Milán, Italia, sintió que su profesor de Filosofía Moral estaba interesado en la espiritualidad, por lo que le dio un ejemplar de Ciencia y Salud. El profesor comenzó a leerlo y ahora está trabajando con Gianluca para preparar una clase de discusión interactiva sobre Mary Baker Eddy y la influencia que tienen las ideas de Ciencia y Salud en la vida de sus lectores.
Una vez que los estudiantes universitarios se dan cuenta de que sus amigos tienen interés en Dios y en la naturaleza espiritual del universo, sienten el impulso de compartir Ciencia y Salud con sus amigos.