Una vez estaba a bordo de un avión 747, que estaba a punto de partir de Londres con destino a Nueva York. Estaban por cerrarse las puertas cuando escuché que en la sección delantera del avión había una conmoción. Había estallado una riña entre un pasajero y algunas de las azafatas.
Luego vi al joven que había generado el altercado. Estaba profiriendo maldiciones, tratando mal a las azafatas, abriendo compartimientos y tirando al suelo su contenido. En resumen, estaba causando un caos.
De pronto me di cuenta de que había sólo un asiento vacío, y que estaba junto al mío. Luego vi al joven caminar en mi dirección, seguido por el comisario de a bordo, que le decía acaloradamente que si no se calmaba lo sacarían del avión.
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