Hola, me llamo Sarwan, y quiero contarte una curación que tuve.
Un día muy soleado, estaba andando en bicicleta en una pista especial con mi amigo Brendon. No vi que delante de mí había dos montículos dobles. Salté el primero y caí abruptamente sobre la rueda de adelante. Al hacerlo me golpeé la nariz contra el cuadro de la bicicleta y comencé a sangrar mucho.
Fui de inmediato a donde estaba sentada mi mamá y ella me ayudó a limpiarme. También comenzamos a orar. Pensamos en Dios y en que yo era Su hijo. Por eso, yo expresaba la alegría de Dios y estaba a salvo. Después hablamos sobre “la declaración científica del ser” de la página 468 de Ciencia y Salud. Una línea de la misma dice que “Dios es Todo-en-todo”. Esto me recordó que Dios estaba siempre conmigo. Que Él me estaba cuidando. Muy pronto mi nariz dejó de sangrar y me sentí muy bien.
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