¿Es posible empezar de nuevo? ¿Podemos dejar atrás lo que otros nos han hecho, o los errores que hayamos cometido, y seguir adelante con nuestra vida?
Hace unos años salió una canción que empezaba diciendo: "En la tierra de un nuevo comienzo el cielo es siempre azul, parece mentira, pero es verdad". Cada día tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo. Dios nos ayuda para que podamos hacerlo, porque siendo Él siempre el mismo, mantiene la armonía de Su creación. Dios es el Amor divino que nos guía, la inteligencia eterna que nos instruye, el Espíritu infinito que nos inspira. Él nos da valor para seguir adelante aun cuando pensemos que todo lo bueno de nuestra vida se ha perdido para siempre.
El bien jamás puede perderse. A veces parece desvanecerse cuando enfrentamos problemas económicos, de salud, de relaciones. Pero el hecho es que todo lo bueno, sea salud, armonía en la familia, o provisión, tiene su origen en Dios. Así que nada nos impide confiar en que es posible comenzar de nuevo porque hay una fuente de ayuda más grande que nosotros mismos, más alta y permanente, que es Dios.
El nuevo comienzo debe empezar de adentro hacia afuera. Todo lo que tiene que ver con la condición humana empieza en el pensamiento. Por eso es importante que percibamos más claramente qué es Dios, el bien, y también qué somos nosotros como Su creación inseparable. El libro Ciencia y Salud nos ayuda a comprender la Biblia y comienza el prefacio con esta frase dirigida a nuestro corazón: "Para los que se apoyan en el infinito sostenedor, el día de hoy está lleno de bendiciones".
Consuelo Molina, de México DF, se dio cuenta de que su matrimonio fue bendecido cuando buscó una solución espiritual. Ella relata lo siguiente:
"En una época tuve que decidir si me divorciaba o si seguía experimentando situaciones de infidelidad, violencia y agresiones verbales mutuas. Ya casi a un paso de pedir el divorcio, un compañero de oficina al verme triste, me habló del amor que Dios tiene por todos nosotros y me dijo que mi esposo en realidad sólo era capaz de expresar cualidades divinas.
"Yo me rebelé y le dije: '¿Cómo puedes decirme que no me golpea u ofende, si veo lo que hace? ¿Cómo me puede querer un hombre que traiciona y pega?' ¡Era absurdo que este hombre me dijera que mi marido era también hijo de Dios!
Todo lo bueno, salud, armonía, provisión, tiene su fuente en Dios y no puede perderse.
"A menudo veía a este compañero leyendo un libro durante el descanso en la oficina. Un día me lo prestó, diciéndome que me traería paz. Ese libro era Ciencia y Salud. Además, me recomendó que leyera la Biblia, señalándome algunos pasajes en ella.
"Pronto comencé a asistir a las reuniones de testimonios de la Christian Science que se celebran los miércoles. Al principio concurría a escondidas de mi esposo, pero luego le hice saber a dónde iba, pues me preguntaba por qué no estaba en casa cuando él regresaba.
"Poco a poco empezó a percibirse más tranquilidad en mi casa. Mis reclamos fueron cediendo y mi esposo fue dejando de lado la actitud agresiva que lo caracterizaba. También aceptó que concurriera a las reuniones de testimonios y que más tarde me hiciera miembro de esa iglesia. Luego, al verme leer la Biblia, me dio la oportunidad de compartir con él las ideas que me daba esta lectura y la aplicación que tenía en su actividad laboral. Además, empezó a tomarme en cuenta y a llevarme en sus numerosos viajes de negocios. Esto hizo que empezáramos a vernos más los fines de semana, pues no solía vivir conmigo durante esos días.
"Hoy, seguimos casados. Ha cambiado la forma de vivir en mi hogar y mi manera de ver la vida es otra. Me he dado cuenta de que no debo estar sujeta a que una persona me brinde amor, sustento o compañía. Es Dios, nuestro Hacedor, quien nos lleva de la mano en la vida.
"Hace varios años de esto. Actualmente sigo aprendiendo a mejorar mi propio carácter, reconociendo más y más que nuestro ser está en Dios, en el Espíritu, y que nuestra individualidad verdadera es pacífica y libre de rencores.
"Cuando surge algún problema, ambos recurrimos a la Biblia y a Ciencia y Salud. Mi esposo encontró un trabajo que le permite disfrutar los fines de semana en casa, y actualmente, al ir a su trabajo, lleva invariablemente consigo un Heraldo, la Biblia o el libro Ciencia y Salud. Él ha sentido la presencia de la armonía en la casa y ha sido el Amor divino que ha transformado todo esto."
A veces, se interponen obstáculos para poder empezar de nuevo, pero siempre contamos con la oración para ordenar nuestros pensamientos y ver las posibilidades que Dios nos presenta. Al orar, siempre es bueno empezar con Dios, estableciendo en el pensamiento que Él es omnipotente. De esta manera podemos ver que, puesto que todo es posible con Dios, nosotros podemos sobreponernos a cualquier obstáculo que se presente. Uno de éstos tal vez parezca ser la convicción de que, por alguna falta de nuestra parte, perdimos nuestra única oportunidad de salir adelante. Es importante tener presente que Dios gobierna nuestra vida, y que, como dice Pablo en su Epístola a los Filipenses: "Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad". Filipenses 2:13. Es bueno recordar que Pablo, antes de convertirse al cristianismo, persiguió a los cristianos, siendo responsable por la muerte de muchos. Pero él llegó a decir: "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús". Filipenses 3:13, 14. Él habla de extenderse "a lo que está delante". Esto nos da ánimo cuando tenemos que enfrentar argumentos que nos dicen que es demasiado difícil o demasiado tarde, o que está más allá de nuestras capacidades empezar de nuevo. Estamos siempre en el instante eterno de Dios, que está lleno de Su bondad e inteligencia, y Dios no está limitado por el espacio ni el tiempo. Siempre es buen momento para un nuevo comienzo.
