A menudo, las agencias informativas prefieren poner especial énfasis en los numerosos conflictos que están ocurriendo en el mundo, y esto muchas veces produce confusión y temor. También contribuye a que los lectores, oyentes y televidentes se sientan impotentes y preocupados como débiles avecillas en medio de una avalancha.
No obstante, para muchas personas hay una noticia salvadora que ha dado dirección a su vida. Y es una noticia que ha surgido de sus propios corazones, porque al encontrar cuán íntima es su relación como hijos de Dios, han sido fortalecidos espiritualmente. Muchos hoy están viendo que el poder de Dios es supremo, que Él está presente en todo instante, lugar y circunstancia, y que sólo su Creador puede sanar las divisiones y las guerras.
La oración en pro del bien y de la paz siempre tiene su efecto. El libro Ciencia y Salud nos instruye que el bien, Dios, es el único poder, y a su vez nos informa sobre el uso práctico de las leyes divinas que se ponen en práctica por medio de la oración. Allí dice: “Todo lo que mantenga el pensamiento humano de acuerdo con el amor desinteresado, recibe directamente el poder divino”.Ciencia y Salud, pág 192.
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