A menudo, las agencias informativas prefieren poner especial énfasis en los numerosos conflictos que están ocurriendo en el mundo, y esto muchas veces produce confusión y temor. También contribuye a que los lectores, oyentes y televidentes se sientan impotentes y preocupados como débiles avecillas en medio de una avalancha.
No obstante, para muchas personas hay una noticia salvadora que ha dado dirección a su vida. Y es una noticia que ha surgido de sus propios corazones, porque al encontrar cuán íntima es su relación como hijos de Dios, han sido fortalecidos espiritualmente. Muchos hoy están viendo que el poder de Dios es supremo, que Él está presente en todo instante, lugar y circunstancia, y que sólo su Creador puede sanar las divisiones y las guerras.
La oración en pro del bien y de la paz siempre tiene su efecto. El libro Ciencia y Salud nos instruye que el bien, Dios, es el único poder, y a su vez nos informa sobre el uso práctico de las leyes divinas que se ponen en práctica por medio de la oración. Allí dice: “Todo lo que mantenga el pensamiento humano de acuerdo con el amor desinteresado, recibe directamente el poder divino”.Ciencia y Salud, pág 192.
La labor de oración que responde a las necesidades de la familia y de la comunidad pone nuestro pensamiento en sintonía, o armonía, con el bien todopoderoso que está a disposición de todos.
Recuerdo la experiencia de una familia en una región de Colombia. Para sentirse acompañada, la abuela miraba televisión y acostumbraba a ver el noticiero del mediodía. Un día informaron de un ataque guerrillero a una población. Hubo muchas bajas entre los soldados. Y ella sabía que en ese lugar su nieto más querido estaba prestando el servicio militar obligatorio.
Las buenas nuevas del Amor contrarrestan las noticias perturbadoras.
Pronto la señora comenzó a presentar síntomas de conmoción cerebral y perdió el conocimiento. Entonces un familiar llamó a una amiga para que orara por la abuela. Esta amiga le dijo que las buenas noticias que producen resultados provechosos son espirituales. Una de ellas era que Dios preservaba en todo momento la vida de la abuela; que Él era su Vida misma, y que jamás podía estar perturbada por las presiones del temor y la fatalidad.
Al terminar la tarde de ese mismo día, la abuela recobró el conocimiento y estuvo bien. El nieto también, pues no había estado en el combate ya que sus superiores lo tenían desde el día anterior en una comisión especial en otro pueblo.
La Biblia destaca una verdad fundamental cuando dice: “Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: que de Dios es el poder”. Salmo 62:11. Apoyándonos en este poder, todos podemos mantener nuestros ojos abiertos para recibir las buenas noticias del Amor divino que contrarrestan los efectos de las noticias perturbadoras que nos infunden temor. También podemos ser parte de la resolución de conflictos, teniendo la convicción de que Dios bendice y libera en todo tiempo a todos los pueblos.