Es fácil sentir que esos cambios, y cosas tales como ser registrados en las terminales de las aerolíneas, afectan la libertad individual. Sin embargo, por momentos me siento muy agradecida por otra clase de libertad: la libertad espiritual que emana de saber que Dios me ama a mí como a todos.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!