¿Cuán amplio es su sentido de justicia? ¿Es acaso lo suficiente como para incluir a todo el mundo?
Estando en un planeta con más de seis mil millones de personas, parece que esto sería muy difícil de cumplir. El mundo es una obra formada por distintos retazos de culturas, idiomas, religiones y costumbres. Y dentro de ese torbellino de valores y costumbres se encuentran infinidad de bellas variaciones, que dan como resultado la historia individual, los antecedentes familiares y las circunstancias personales tan propias.
A pesar de esas diferencias, todos comparten el deseo de que haya justicia, justicia para ellos mismos y para todos aquellos por quienes se preocupan. No obstante, la idea que cada uno tiene de lo que es justo puede estar a millones de kilómetros de distancia, aunque sean vecinos.
Guerras, rebeliones, actos terroristas insurrecciones civiles, e infinidad de otras formas de violencia, surgen cuando los puntos de vista de la gente acerca de cómo solucionar lo que no es justo, entran en conflicto. Por ejemplo, en el Medio Oriente, las ideas contradictorias sobre cómo encontrar una solución justa al conflicto entre palestinos e israelitas, han puesto en marcha un sangriento ciclo de bombardeos suicidas y represalias militares.
Cada demanda de justicia que tienen las personas en el mundo, está formada por las perspectivas y valores propios, y puede que para cada uno tenga mucho sentido. Pero el resultado de imponer esas demandas a los demás puede que resulte en una tremenda injusticia.
Hace poco, observé esta paradoja en un artículo del The Christian Science Journal. Era una entrevista a una familia de Bagdad. Era gente muy estudiosa y educada que enviaba a sus dos hijos a la universidad y estaban tratando de mantener un sentido de propósito, sabiendo que un ataque masivo de parte de los Estados Unidos podría destruir su hogar y sus vidas (Feb. 21).
Al verlos expuestos a un probable desastre, tal vez me habría hecho sentir mejor si no hubiera leído su historia, y si no hubiera contemplado la política de Estados Unidos desde la perspectiva de ellos. Pero también pensé con cuánta frecuencia el Monitor me había permitido ver la justicia a través de los ojos de otras personas, israelitas, palestinos, generales, vendedores ambulantes, iraquíes, europeos, estadounidenses, rusos, chinos, miembros del clero, granjeros, musulmanes, judíos, cristianos, hindúes, y muchos, muchos más.
Qué cómodo puede ser aferrarse a una perspectiva limitada, y qué desorientador tratar de absorber el punto de vista de otra persona. También puede ser muy confuso, porque un punto de vista más amplio a menudo revela que las soluciones más fáciles no son lo suficientemente buenas. Para evitar estas complicaciones, mucha gente se mantiene alejada de las perspectives que difieren de las de ellos, y se mantienen cerca de los que tienen los mismos puntos de vista.
Hay muchas opiniones en el mundo y pueden ser muy diferentes de las nuestras. Pero, ¿cuál será la perspectiva de Dios?
Es importante ver las cosas desde una perspectiva más elevada.
La Biblia dice que Dios hizo a cada individuo a Su propia imagen, Véase Génesis 1:27. también dice que "Dios es Amor". 1 Juan 4:8. Por haber hecho a cada persona, el Amor divino nunca podría tomar partido por el punto de vista de una persona o grupo, a expensas de los demás. Las soluciones de Dios incluyen todas las perspectivas de lo que es la justicia y alcanzan resultados que son justos para todos y no son injustos para nadie; de la misma manera en que todos los colores de la luz, cuando se combinan, producen el blanco puro.
Cuando una persona deja de lado el color de su propio pensamiento para ver un conflicto desde una perspectiva opuesta, permite que entre la luz de un color diferente. Esto hace que el individuo esté un paso más cerca de Dios. También, a menudo, lo lleva a ver como injustas o anticuadas a las soluciones tradicionales, lo lleva a obtener una comprensión renovada, a percibir nuevas soluciones que pueden responder a ambos puntos de vista sobre la justicia.
Cada individuo tiene que determinar cómo va a responder a los diferentes puntos de vista. Sin embargo, aquellos que abran su pensamiento para tener una perspectiva más amplia verán más claramente, y estarán mejor equipados para entrar en acción de alguna forma, ya sea mediante la oración, la promoción de una causa, la filantropía, la política, u otro medio apropiado.
De todas estas respuestas, la oración es la que nos ofrece la oportunidad, tan especial, de poder elevarnos por encima de las limitadas opiniones humanas, y alcanzar el punto de vista divino que todo lo envuelve. Y junto con la luz pura y universal que acompaña Su amor imparcial se encuentra Su poder infinito. A medida que la oración centra nuestra atención en esta combinación del Amor que lo manifiesta todo y el poder divino infinito, se vuelve obvio que las soluciones, muy superiores a la voluntad y sabidurías humanas, están a nuestro alcance de inmediato.
Esta comprensión nos trae paz interior. Y de una manera que sólo la oración lo puede lograr, esto puede contribuir positivamente para lograr un sentido de paz en toda la humanidad. A medida que nos volvemos más conscientes de la incesante acción del amor del Padre-Madre divino para otorgar justicia a todos, llegamos a comprender que todas las cosas son, realmente, posibles.