Quizás te hayas hecho preguntas como “¿Por qué debo leer las publicaciones de la Ciencia Cristiana?”, “¿Por qué debo escribir para ellas?”, “¿Por qué debo apoyarlas con la oración?” o “¿Por qué debo compartirlas con los demás?”.
Cada una de estas preguntas de “¿Por qué debo yo hacer algo?” podría tener muchas respuestas muy particulares de “porque” debemos hacerlo.
No obstante, hay un gran “porque” que es realmente legítimo respecto a todos estos “por qué”. Porque Dios te ama. Dios te ama tanto que te ha guiado a conocer la revelación de la Ciencia Cristiana y a participar en un conjunto único de publicaciones que traen la curación-Cristo cuando las leemos, cuando escribimos para ellas y cuando las apoyamos con la oración y las compartimos con otras personas. Cuanto más entusiasmados y felices estemos al realizar estas tareas, más bendiciones se manifestarán.
¡Y no estamos hablando de bendiciones sólo para el lector, el escritor, el que ora y el que las comparte con otros! Las bendiciones se multiplican. El pensamiento elevado del lector, las ideas edificantes del escritor, así como la oración y ese compartir que inspira la vida de los demás, todo ello promueve la salvación de la humanidad del pecado, la enfermedad y la muerte, al sacar a la luz nuestras vidas espirituales como hijos de Dios por siempre amados.
Otro tipo de “¿Por qué debo yo hacerlo?” podría venir de los corazones que luchan con un sentido material de desesperación. Una respuesta amorosa es responder al llamado para leer, escribir y compartir estas revistas con un alegre “Sí, yo voy a hacerlo”, sabiendo que nuestras publicaciones periódicas revelan la consciencia espiritual de que Dios ama a toda la humanidad.
Tony Lobl
Redactor Adjunto
Apareció primero el 7 de junio de 2017 como original para la Web.
