Querida familia de Iglesia: Algo transformador ocurrió en el camino a un servicio religioso. Dos amigos se detuvieron para hablar con un hombre inválido que pedía dinero.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!